El nuevo plan presentado por el Ministerio de Sanidad tiene el respaldo de la comunidad científica, que lleva años exigiendo más medidas para luchar contra el tabaquismo.
PUBLICIDADCuando el Gobierno español aprobó la ley del control del tabaco en 2005, España era uno de los países pioneros en Europa en legislar sobre el tabaquismo. Pero desde que se aprobó la modificación de la legislación en 2010, son pocos los cambios que se han introducido para luchar contra el consumo del tabaco en el país.
España es uno de los Estados europeos donde más tabaco se consume, sobre todo entre los más jóvenes. Se estima que más de 50.000 españoles mueren cada año debido al consumo de tabaco y que uno de cada dos fumadores morirá prematuramente por alguna causa relacionada con el tabaco.
"Llevamos 14 años sin haber hecho ni implantado ni una sola medida para la prevención y el control de tabaquismo", afirma a 'Euronews' la presidenta de la Asociación Nofumadores, Raquel Fernández.
"La tasa de tabaquismo que hay en España, y entre los jóvenes, es muy superior comparada con otros países de Europa. En los últimos años hemos descendido ese consumo, pero sigue siendo alto", añade.
Pero esto podría estar a punto de cambiar. La nueva ministra de Sanidad, Mónica García, ha convertido la lucha contra el consumo del tabaco en España en una de sus principales prioridades.
Espacios públicos libres de humo
La semana pasada, el Ejecutivo socialista presentó el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, destinado a servir como hoja de ruta para reducir drásticamente la compra y la venta del tabaco.
Sin embargo, también pretende regular los nuevos productos que han ido surgiendo desde que se aprobó la última modificación de la ley antitabaco, como los calentadores de tabaco (IQOS), las bolsas de nicotina o los cigarillos electrónicos, entre otros.
"(El plan) tiene el firme propósito de poner a España otra vez en la vanguardia de la lucha contra el tabaco", dijo la ministra de Sanidad durante la presentación del mismo, que ha sido aplaudido por la comunidad científica, que lleva años insistiendo en la necesidad de proteger la salud pública del humo, tanto el activo como el pasivo.
"Esta ley puede cambiar la vida del país", apunta a 'Euronews' el coordinador del grupo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el Dr. Andrés Zamorano. "Se van a ahorrar muchas vidas, mucho sufrimiento y mucha enfermedad", añade.
Más impuestos y menos espacios para fumar
Tanto la Asociación Nofumadores como el grupo del tabaquismo de la SEMG ven con buenos ojos el nuevo plan de Sanidad que incluye, entre muchas recomendaciones, la subida de los impuestos del tabaco, así como la prohibición del humo en espacios como terrazas, uno de los puntos más controvertidos.
Muchos hosteleros, por ejemplo, argumentan que la prohibición de fumar en las terrazas podría afectar a su negocio. Sin embargo, según el doctor Zamorano, esto no es cierto. "Es una polémica ficticia porque no es cierto", afirma y añade que "nadie debería fumar delante de nadie".
El doctor explica, además, que el humo de segunda mano, el que viene del extremo ardiente del cigarillo, y también el humo que los fumadores exhalan por la boca, perjudican gravemente la salud de las personas que están a su alrededor.
"El humo de segunda mano también lleva sustancias tóxicas y cancerígenas. No es que te moleste (el humo), es que te enferma", asegura y añade que "cualquier forma de fumar es dañina, independientemente del producto".
Otra de las medidas que pretende aprobar el Gobierno es el empaquetado genérico, un proyecto que ya está en marcha. Según los expertos, era una tarea pendiente desde hace muchos años.
La prevención es la clave, según los expertos
'Euronews' también ha hablado con una de las muchas personas que fuman tabaco en España. Noemí, de 38 años, ha intentado dejar la adicción varias veces, pero asegura que no es capaz. "Cuando estaba embarazada y durante la lactancia, dejé de fumar. Pero luego cuando acabó ese periodo, por el estrés laboral, pues volví a fumar", afirma.
Como muchos de los fumadores actuales, Noemí encendió su primer cigarillo cuando tenía 17 o 18 años. Desde entonces, lo ha dejado muchas veces para luego volver a empezar, asegura.
Según los expertos consultados por 'Euronews', eso es precisamente lo que busca la industria tabacalera, también con los nuevos productos sin tabaco como los cigarillos electrónicos. "Lo que están intentando las tabacaleras es que los chavales normalicen el hecho de fumar", dice el doctor Zamorano.
"Los anuncios de estos nuevos productos de nicotina han sido pagados por la industria del tabaco, que está haciendo una inversión muy grande", apunta también la presidenta de la Asociación Nofumadores, Raquel Fernández. Asegura, además, que "nueve de cada diez jóvenes está expuesto al humo digital, aquel que se le cuela a través de las redes sociales".
"(La industria) sabe perfectamente que su público objetivo son los jóvenes porque si no consigue crear esos hábitos antes de los 18 o 21 años, lo más probable es que nunca empiecen a consumir esos productos", añade.
Para fumadores como Noemí, las nuevas restricciones significan que será más caro comprar tabaco y más difícil encontrar espacios donde se pueda fumar. Sin embargo, ella también piensa que es una buena iniciativa que podría ayudar a motivarla para dejar el tabaco para siempre.