Al menos 50 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron y decenas más resultaron heridos el jueves, mientras Israel intensificaba sus ofensivas en todo el enclave.
El jueves, los ataques israelíes en toda la Franja de Gaza causaron la muerte de al menos 50 palestinos, muchos de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás.
Los ataques se dirigieron contra zonas residenciales, incluidos edificios, zonas de desplazados y campamentos improvisados, así como contra una comisaría de Policía, entre otros lugares.
Un ataque en el norte de Gaza causó al menos 18 muertos y otro 11, entre ellos al menos un niño, según funcionarios sanitarios palestinos. El Ejército israelí declaró que el ataque contra la comisaría tenía como objetivo un centro de mando de militantes.
Al menos siete personas murieron, entre ellas una madre y sus dos hijos, y otros dos niños, en tres ataques contra la ciudad meridional de Jan Yunis. Los ataques en el centro de Gaza mataron a seis personas, entre ellas dos mujeres y dos niños.
Israel puso fin al alto el fuego con Hamás y reanudó su guerra aérea y terrestre el 18 de marzo. Desde principios de marzo, Israel ha aislado a los dos millones de palestinos de Gaza de todas las importaciones de alimentos y de otro tipo para presionar a Hamás para que libere a los rehenes, de los que se cree que dos docenas siguen vivos.
La Oficina de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas, OCHA, ha pedido a los líderes mundiales que ejerzan más presión sobre Israel para que permita la entrada de ayuda humanitaria y otros suministros cruciales en el enclave.
En un post en X, antes Twitter, la OCHA afirmó que los palestinos están "privados de lo necesario para sobrevivir", al tiempo que subrayó la urgencia de la situación, señalando que las operaciones de ayuda humanitaria están al borde del colapso total, con niveles de medicinas y alimentos críticamente bajos.
Israel afirma que su bloqueo de Gaza es para impedir que Hamás adquiera más suministros para fortalecerse y reagruparse, ya que acusa habitualmente al grupo de saquear la ayuda destinada a los civiles. Israel también ha afirmado que la medida pretende presionar a Hamás para que libere a los rehenes, una táctica que los grupos de derechos humanos han tachado de crimen de guerra y forma de castigo colectivo.
Mientras tanto, el Ejército israelí amenazó el jueves con ampliar sus operaciones en la Franja. "Si no vemos progresos en la devolución de los rehenes, ampliaremos nuestra actividad hasta convertirla en una operación más intensa y significativa", declaró Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor israelí. En su declaración del jueves, el jefe del Estado Mayor militar afirmó que Hamás es "responsable de iniciar esta guerra" y de la "terrible situación de la población en Gaza".
Hamás ha dicho que sólo liberará a los 59 cautivos restantes, 24 de los cuales se cree que están vivos, a cambio de la liberación de los prisioneros palestinos, un alto el fuego duradero y la retirada total de Israel. Israel ha prometido seguir bombardeando Gaza hasta destruir totalmente a Hamás.