La demanda interna, los fondos de recuperación y el turismo mantienen el dinamismo en el país. Los economistas esperan que este rendimiento superior continúe durante 2025.
Impulsada por el fuerte gasto de los hogares, la resiliencia de la inversión y un sector turístico pujante que no muestra signos de fatiga, la economía española registró uno de los mejores resultados de crecimiento de la zona euro en 2024, superando a las economías más avanzadas de Francia, Alemania e Italia.
En el conjunto del año, la economía española creció un 3,2%, más del triple que la media de la eurozona (0,9%). El Producto Interior Bruto (PIB) español creció un 0,8% durante el cuarto trimestre de 2024, según los análisis publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística.
Entre los países de la eurozona, solo Malta (6%), Croacia (3,8%) y Chipre (3,4%) registraron resultados más sólidos. En cambio, la economía alemana se contrajo un 0,2%, mientras que Francia e Italia registraron un tibio crecimiento del 1,1% y el 0,7%, respectivamente.
Los mejores resultados de España son consecuencia tanto de cambios estructurales como del ciclo económico vigente: el despliegue eficaz de los fondos de recuperación también es uno de los principales motores de la fortaleza económica hispana.
¿Qué impulsa el crecimiento económico de España?
La demanda interna ha sido el principal pilar de la expansión. En 2024, añadió 3,6 puntos porcentuales al crecimiento anual del PIB, mientras que la demanda externa restó 0,2 puntos. El consumo de los hogares aumentó un 1%, el gasto público un 0,3% y la inversión privada un 2,9%. Por el contrario, el comercio neto fue un lastre, ya que las importaciones (+1,4%) superaron a las flojas exportaciones (+0,1%).
Por sectores, todas las grandes industrias salvo el sector primario registraron ganancias. La construcción creció un 2,7%, los servicios un 1,0% y la industria un 0,3%, impulsada por el crecimiento de la industria manufacturera (0,5%). El sector que engloba la agricultura, la ganadería, la pesca o la minería retrocedió un 0,7% tras un repunte temporal en el trimestre anterior.
La piedra angular de la economía española, el turismo, sigue siendo un potente motor de crecimiento. Según Judit Montoriol Garriga, economista de CaixaBank Research, se estima que España ha recibido 94 millones de turistas internacionales en 2024, un 10% más que el año anterior. "El sector no muestra signos de agotamiento cíclico y registrará un fuerte crecimiento en 2024", afirma Garriga.
Se espera que el PIB del turismo aumente un 3,6% en términos reales en 2025, lo que elevaría la participación del sector en la economía nacional al 13,2%, frente al 12,9% en 2024. Los resultados del sector son especialmente importantes dados sus amplios efectos indirectos en el comercio, la restauración y los servicios de transporte.
¿Qué ocurrirá en la economía española en 2025?
Aunque se prevé una moderación del crecimiento, España seguirá figurando entre los países de la zona euro con mejores resultados en 2025. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé un aumento del PIB del 2,6% para España, un 0,3% más que en la estimación de diciembre de 2024.
Las últimas perspectivas económicas del BBVA refuerzan esta idea: "El mejor comportamiento de las economías periféricas -en particular Portugal y España- frente a los países centrales de la zona del euro se confirmará posiblemente en 2025". En comparación, se prevé que Alemania, Francia e Italia crezcan un 0,4%, un 0,8% y un 0,7%, respectivamente. Se espera que la zona euro en su conjunto crezca sólo un 1%.
Lucie Barette, economista de BNP Paribas, afirma lo siguiente: "El consumo de los hogares en España debería seguir siendo el principal motor del crecimiento en el primer trimestre y durante el conjunto del año". Barette cita el aumento del volumen de ventas al por menor en un 2,2% interanual en enero y el aumento de las matriculaciones de vehículos nuevos en un 8,2% entre enero y febrero.
La inflación, por su parte, sigue contenida. Los precios de consumo subieron un 2,9% interanual en febrero. La inflación subyacente, que excluye la volatilidad de la energía y los alimentos, se redujo al 2,1%, acercándose al objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo.
Sin embargo, Barette señala que el aumento de los precios de producción podría trasladarse a los consumidores en los próximos meses. Los precios de producción españoles subieron un 6,6% interanual en febrero de 2025, el ritmo más rápido desde febrero de 2023.
El plan de recuperación sigue impulsando el crecimiento
El despliegue de los fondos de la UE de Nueva Generación en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España es otro motor del crecimiento. A finales de 2024 se habían adjudicado licitaciones y fondos por un total de 47.600 millones de euros, aproximadamente el 60% de la dotación total de subvenciones. De esta cantidad, 14.400 millones de euros se ejecutaron solo en 2024.
España presentó una quinta solicitud de desembolso en diciembre, que incluía 8.000 millones de euros en fondos y 15.900 millones de euros en préstamos. Una encuesta del Banco de España muestra la importancia de este estímulo: el 45% de las empresas afirmaron que no habrían realizado sus inversiones sin este apoyo, y el 31% sólo habrían ejecutado parte de ellas.
El sector inmobiliario y el crédito mantienen su dinamismo
El mercado inmobiliario español mostró signos de fortaleza a lo largo de 2024. Los precios de la vivienda aumentaron un 5,8% el año pasado y se espera que crezcan un 5,9% en 2025. La excepción es Cataluña: tras la aprobación de la ley de vivienda hace un año y su aplicación por parte de la Generalitat en 140 municipios catalanes, los precios han bajado un 3,7% en conjunto y un 6,4% en Barcelona.
Sin embargo, muchos de los propietarios o fondos de inversión se han pasado al mercado de alquiler temporal o turístico, mucho menos regulado, lo que podría restringir la oferta de viviendas disponibles a medio plazo. El ciclo crediticio también está cobrando impulso. Los datos de enero de 2025 muestran una aceleración del volumen de nuevos créditos, impulsada por el aumento de la actividad económica y la confianza en la recuperación.
El paro continúa siendo el gran problema estructural
La productividad en el mercado laboral siguió creciendo, con un aumento interanual de las horas trabajadas del 2,8% en el cuarto trimestre y un incremento del empleo equivalente a tiempo completo del 2,3%. La tasa de paro española bajó al 10,61% en el cuarto trimestre de 2024, frente al 11,21% del trimestre anterior, alcanzando su nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2008. Además, el número de ocupados alcanzó las 21.857.900 personas según los datos del INE a finales de enero, un récord histórico.
Aunque es probable que la economía española se desacelere con respecto a los ritmos de los años anteriores, todos los indicadores sugieren que seguirá siendo uno de los países de la eurozona con mejores resultados en los próximos años. La OCDE prevé un crecimiento del 2,1% en 2026, casi el doble que en Alemania, Francia e Italia. Con un consumidor resistente, un sector turístico en auge y una inversión pública que sigue fluyendo desde los fondos europeos, la recuperación de España tras la pandemia parece lejos de haber terminado.