China y Europa fueron puntos brillantes para el mercado de vehículos eléctricos en abril, aunque las ventas cayeron en Norteamérica, afectada por los aranceles de Trump y la incertidumbre sobre las políticas ecológicas.
Las ventas mundiales de vehículos eléctricos e híbridos enchufables aumentaron un 29% en abril, en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos publicados esta semana por el grupo de investigación sobre vehículos eléctricos Rho Motion. El número de vehículos eléctricos vendidos ascendió a 1,5 millones en abril, un 12% menos que en marzo de 2025.
En el periodo comprendido entre enero y abril, se vendieron 5,6 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo, lo que supone un aumento interanual del 29%. "Las negociaciones arancelarias en curso dominan las conversaciones en el sector de los vehículos eléctricos, pero, en silencio, los fabricantes nacionales de China y la UE siguen obteniendo buenos resultados y aumentando su cuota de mercado", afirma Charles Lester, director de datos de Rho Motion, en un comunicado de prensa.
Y añade: "La UE es sin duda la historia de éxito para las ventas de vehículos eléctricos en 2025 hasta ahora, con los objetivos de emisiones encendiendo un fuego bajo la industria para acelerar el cambio a la electricidad". De enero a abril, las ventas en Europa aumentaron un 25%, en China un 35%, en Norteamérica un 5% y en el resto del mundo un 37%.
Sólo en abril, Europa registró un crecimiento del 35%, China del 32%, mientras que las ventas cayeron un 5,6% en Norteamérica. En el resto del mundo, las ventas de abril aumentaron un 51%.
La política determinará los líderes de los vehículos eléctricos
"La adopción de los vehículos eléctricos se está acelerando, pero será la política, y no la tecnología, la que decida quién va en cabeza y quién a la zaga", explica a 'Euronews' Christian Brand, catedrático emérito de Transporte, Energía y Cambio Climático de la Universidad de Oxford.
Mientras China y Europa avanzan con paso firme, explicó que Estados Unidos se ve "obstaculizado por la incertidumbre política y la posible aplicación de aranceles bajo la istración del presidente Trump, lo que podría mermar la confianza de los inversores y ralentizar el crecimiento del mercado".
Durante su mandato, el expresidente Biden introdujo una serie de incentivos fiscales para proyectos de electricidad limpia, por lo que los estadounidenses pueden solicitar actualmente una deducción de hasta 7.500 dólares (6.679 euros) por la compra de vehículos eléctricos que cumplan los requisitos. Estos incentivos ecológicos podrían verse pronto reducidos, ya que los republicanos pretenden financiar sus propios recortes fiscales.
El proyecto de ley publicado esta semana propone eliminar el crédito de 7.500 dólares a finales de 2026. Además, sólo los fabricantes que hayan vendido menos de 200.000 vehículos eléctricos a finales de 2025 podrán acogerse al crédito en 2026. Según el proyecto legislativo, también podrían eliminarse los incentivos fiscales a los vehículos eléctricos comerciales y de segunda mano.
El Gobierno chino, por su parte, quiere impulsar las ventas de vehículos eléctricos para sostener su tambaleante economía, aún atascada por los efectos de la crisis inmobiliaria, las tensiones geopolíticas y la escasa confianza de los consumidores y las empresas. Los compradores que cambien un coche viejo por un nuevo vehículo eléctrico o híbrido recibirán una subvención de 20.000 yuanes (2.471 euros).
Más avances arancelarios
Los aranceles del presidente estadounidense Trump a los automóviles y piezas de automóviles importados, fijados en un 25%, también están causando quebraderos de cabeza a los fabricantes de automóviles en EE.UU., incluso después de que se ofrecieran concesiones. Trump firmó una orden ejecutiva a finales de abril para aliviar el "apilamiento" de aranceles, lo que significa que las empresas que paguen gravámenes sobre automóviles y piezas no tendrán que pagar otros aranceles sobre el acero y el aluminio.
Para los fabricantes de automóviles con cadenas de suministro globales, los aranceles seguirán mermando sus beneficios directa e indirectamente. Hay que tener en cuenta el coste inicial de los gravámenes, pero también el menor apetito de los consumidores estadounidenses.
EE.UU. ha alcanzado recientemente acuerdos con el Reino Unido y China sobre aranceles, y podría haber acuerdos con Corea del Sur, Japón y la UE. Si se producen avances importantes con estos socios, el sector de los vehículos eléctricos podría recibir un impulso adicional. Según la Agencia Internacional de la Energía, más de uno de cada cuatro coches vendidos en el mundo este año será eléctrico.
Un cambio en la industria
Sin embargo, para el profesor Christian Brand, el cambio a los vehículos eléctricos sigue siendo una "evolución gradual más que una revolución rápida". "La transición a los vehículos eléctricos no consiste simplemente en cambiar los sistemas de propulsión, sino en reconfigurar cadenas de valor enteras, el sector del mantenimiento y la reparación, el sector de la recarga y el repostaje, etc.", explica a 'Euronews'.
"Las empresas deben navegar por un complejo panorama de normativas en evolución, retos en la cadena de suministro y expectativas cambiantes de los consumidores para seguir siendo competitivas en este mercado en transformación".