Los últimos datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus muestran que, a nivel mundial, hemos vivido el quinto mes de mayo más cálido del que se tiene constancia, con temperaturas 0,3 grados centígrados por encima de la media de 1991-2020.
PUBLICIDADEn el marco del programa Climate Now, Jeremy Wilks viaja a la Bretaña, en Francia, donde las localidades costeras se preparan para la subida del nivel del mar.
"Tendremos que protegernos del aumento de las inundaciones costeras, algo que se producirá, en cualquier caso, a finales de siglo", declara Alisée Chaigneau, estudiante de doctorado en el Centro Nacional de Investigación Meteorológica de Mercator Ócean.
Los últimos datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus muestran que, a nivel mundial, hemos vivido el quinto mes de mayo más cálido del que se tiene constancia, con temperaturas 0,3 grados centígrados por encima de la media de 1991-2020.
En Europa, ha sido un mes excepcional en una amplia zona del continente, como queda reflejado en los mapas realizados por las autoridades climáticas. Este pasado mayo fue el más cálido jamás registrado en Francia, con temperaturas 3 grados por encima de la media. Y, además, hubo olas de calor en España y Portugal.
Pero también se puede apreciar una zona en color azul en el extremo oriental de Europa y el oeste de Asia, donde los vientos del norte mantuvieron las temperaturas muy por debajo de la media.
En el aspecto global, se pueden contemplar todas las anomalías de temperatura del último mes, incluyendo una zona más grande, de calor, en Asia Central y Siberia.
Y... se observa una gran zona azul en el Pacífico oriental donde continúa el fenómeno conocido como 'La Niña'. Esta masa de agua, más fría, está relacionada con algunos de los fenómenos extremos que hemos visto en los últimos meses, desde las fuertes lluvias en Australia hasta la sequía en el oeste de Estados Unidos.
Entretanto, el mes pasado, el Gobierno francés publicó un mapa con 126 ciudades y pueblos costeros que tendrán que adaptar su legislación urbanística, debido a la erosión del litoral. Es un problema que se agrava por la aceleración del aumento del nivel del mar, como consecuencia del cambio climático. ¿Qué significa esto para las comunidades afectadas? El periodista de Euronews se reunió con el alcalde de Plougonvelin, en Bretaña, para obtener más información.
En la localidad bretona han aprendido que, cuando se trata del cambio climático, hay que planificar con antelación. Para ello, el alcalde Bertrand Audren pidió estar en la lista del Gobierno francés para rediseñar su mapa urbanístico.
"Al tomar esta decisión, queremos evitar que dentro de 30, 40 o 50 años, las personas y las propiedades se vean afectadas por la erosión del acantilado y que se produzca un gran impacto en las viviendas. Se trata de adelantarse a estos problemas para que la gente pueda estar preparada", afirma Bertrand Audren, alcalde de Plougonvelin.
En los próximos seis meses los expertos decidirán qué zonas del pueblo corren peligro, y el Gobierno ayudará a financiar las medidas de adaptación. El alcalde prueba defensas naturales.
"Colocamos barreras, una especie de vallas, y dunas con plantas, como es el caso del barrón, para evitar que la arena desaparezca", añade Bertrand Audren.
Así que, ¿van a rehacer varias dunas?, pregunta el reportero.
"Efectivamente. Intentamos rehacer algunas dunas", responde el alcalde de Plougonvelin.
Según Gonéri Le Cozannet, colaborador del IPCC, es urgente actuar en dos frentes.
"Lo primero es limitar el cambio climático para estabilizar el aumento del nivel del mar a unos cuatro milímetros por año. Y, lo segundo, es adaptarse, ya sea protegiendo, relocalizando, evitando construir en zonas bajas para limitar el impacto del aumento del nivel del mar", señala Gonéri Le Cozannet.
Para finales de siglo, todas las localidades costeras sas deberían estar preparadas para afrontar las peligrosas mareas derivadas de temporales, amplificadas por la subida del nivel del mar.
"Hay acontecimientos inusuales, relacionados con el nivel del mar, como ocurre con las inundaciones costeras. Actualmente, ocurren una vez cada 100 años. Pero, en el futuro, se registrarán una vez al año", indica Alisée Chaigneau, estudiante de doctorado en el Centro Nacional de Investigación Meteorológica de Mercator Ócean.
En Plougonvelin, el acantilado pierde varios centímetros de terreno al año. El mapa urbanístico necesitará una revisión a fondo, pero el alcalde no está demasiado preocupado.
"Hay que permanecer atentos, y ser prudentes. Pero no debemos pensar que todo es catastrófico", concluye Bertrand Audren, alcalde de Plougonvelin.
Más información sobre el aumento del nivel del mar y la erosión, y sobre los datos presentados en este espacio, en euronews.com/climatenow.