Los expertos afirman que las ballenas francas del Atlántico Norte necesitan tener 50 crías por temporada para empezar a recuperarse. Este año sólo han tenido 11.
Una especie de ballena en vías de extinción ha tenido tan pocas crías esta temporada de alumbramiento que ha hecho saltar las alarmas entre científicos y conservacionistas, que temen que el animal pueda extinguirse.
Se trata de la ballena franca del Atlántico Norte, que sólo cuenta con unos 370 ejemplares y cuya población ha disminuido en los últimos años. Las ballenas dan a luz a sus crías frente al sureste de Estados Unidos desde mediados de noviembre hasta mediados de abril, y las autoridades federales han dicho que necesitan tener al menos 50 crías por temporada para empezar a recuperarse.
Este año las ballenas no se han acercado a esa cifra. Según los científicos del Acuario de Nueva Inglaterra, en Boston, la temporada de cría sólo produjo 11 parejas madre-cría. La falta de crías subraya la necesidad de protegerlas, según los conservacionistas.
¿Estresan los grandes barcos a las ballenas francas?
Las ballenas francas del Atlántico Norte son vulnerables a los enredos en artes de pesca marinos y a las colisiones con grandes buques. "También se reproducen más lentamente que antes", afirma el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales en su informe sobre la temporada de parto.
"Esto se debe probablemente al estrés provocado por los enredos, la navegación entre el intenso tráfico marítimo, el aumento del ruido oceánico y la distribución cambiante de sus fuentes de alimento".
La temporada de partos tuvo algunos puntos interesantes. Varias hembras dieron a luz por primera vez, y eso da esperanzas para el futuro, dijo el acuario en un comunicado. A la población de estas ballenas sólo le quedan unas 70 hembras reproductoras.
La recuperación de las ballenas francas del Atlántico Norte ha sido lenta
"Con recuentos de crías anteriores que oscilan entre 39 y cero, nunca sabemos cómo se desarrollará una temporada de partos. Aunque el recuento de crías es relativamente bajo este año, me siento alentado por las cuatro nuevas madres que se añaden a la reserva reproductora", dijo Philip Hamilton, científico principal del Centro Anderson Cabot para la Vida Oceánica del Acuario.
Estas ballenas pueden pesar hasta 45.360 kilogramos y fueron muy explotadas durante la temporada de la caza comercial de ballenas. Llevan décadas protegidas, pero su recuperación ha sido lenta.
En los últimos años, los científicos afirman que las ballenas se han alejado de las zonas protegidas establecidas en busca de alimento, lo que las ha expuesto a un elevado riesgo de enredos y colisiones. Las ballenas migran desde el sur hasta Nueva Inglaterra y Canadá para alimentarse de diminutos organismos oceánicos.