Más de siete meses después de las elecciones parlamentarias de junio de 2024, las conversaciones políticas han desembocado en la formación de un Gobierno de coalición dirigido por el flamenco Bart De Wever.
236 días de negociaciones para formar Gobierno. Bélgica cuenta ahora con un Ejecutivo federal de pleno derecho. Los ministros juraron su cargo ante el Rey el lunes (3 de febrero). La coalición está encabezada por un primer ministro flamenco independentista. Para gobernar, Bart De Wever contará con el apoyo de su partido, el N-VA, así como de los socialistas flamencos, los liberales francófonos y los democristianos de ambas comunidades lingüísticas.
Acostumbrada a las grandes coaliciones, Bélgica se inclina ahora fuertemente hacia la derecha, con la intención declarada del Gobierno de marcar una ruptura política. Pascal Delwit, politólogo de la Universidad Libre de Bruselas, explica: "Está claro que tanto en la comunicación política como en la afirmación del acuerdo de gobierno, hay un deseo de ruptura, es decir, sin duda un deseo y una dinámica de desregular, de intentar romper la regulación pública en materia económica y social, y en materia medioambiental".
"Y existe este deseo, diría yo, de debilitar la federación en beneficio de las entidades federadas", añade. Y esa es una de las paradojas de este nuevo primer ministro. Bart De Wever ha construido su carrera política en contra del Gobierno federal belga, del que ahora está al frente. "Es una situación bastante surrealista", ite Pascal Delwit, "tenemos lo que desde fuera puede parecer muy extraño, pero para algunos belgas lo es: un político que está derrotando a la federación al frente de la federación".
Durante su mandato, Bart De Wever intentará transferir más competencias del Estado federal a las entidades federadas. El Gobierno debería decidir la supresión del Senado. En cuanto al mercado laboral, el acuerdo de coalición prevé dar más margen a las regiones para controlar a los solicitantes de empleo. En materia de diplomacia y comercio internacional, la coalición quiere que la representación de las entidades federadas sea más visible.
Esta anunciada dilución del poder federal plantea otra paradoja de este Gobierno, según Pascal Delwit. Los dos partidos francófonos, MR y Les Engagés, están bastante apegados al federalismo. "El presidente del partido (MR - Liberal), Georges-Louis Bouchez, ha dicho: "Si de mí dependiera, refederalizaría todas las competencias". Y los Engagés son vistos como un partido poco regionalista", señala el politólogo.
Giro a la derecha
El líder flamenco encabeza una coalición que se inclina fuertemente a la derecha, un giro que se refleja en el acuerdo de gobierno. "La idea central del programa, diría yo, es doble. Una es seguir una política socioeconómica de derechas, y la otra es enviar un mensaje sobre la inmigración, que es más o menos lo que dicen hoy muchos gobiernos de Europa, cerrar la brecha migratoria", explica Pascal Delwit.
Se espera que el Gobierno belga reduzca el gasto público para controlar el déficit estatal, reforme el mercado laboral y armonice los distintos regímenes de pensiones entre el sector público y el privado.
Es probable que el discurso de Bart De Wever encuentre eco en la mayoría de sus homólogos de la UE, con los que el primer ministro belga se reunió pocas horas después de jurar su cargo en una reunión informal de los 27 jefes de Estado y de Gobierno.