La seguridad económica y los conflictos internacionales son más importantes que las políticas sobre cambio climático en cinco países de la UE. Los alemanes y polacos piensan que adaptarse al cambio climático importa más que reducir sus causas.
Entre 2020 y 2024, los ciudadanos estaban más preocupados por la seguridad y el coste de la vida, y menos por el cambio climático, según el último informe del grupo de expertos Bruegel, con sede en Bruselas, que analiza las opiniones de 7.819 personas en Francia, Alemania, Italia y Suecia.
El informe también señala que los que niegan rotundamente el cambio climático son una pequeña minoría en Europa. El número de personas que afirman que el cambio climático "no es un gran problema" pasó del 3% al 9% en Alemania y del 4% al 11% en Polonia en un plazo de cuatro años.
La estabilidad económica y el crecimiento (60%), y la seguridad y la Defensa (58%) son los temas que más preocupan a los ciudadanos de estos cinco países. Sin embargo, la política climática no ha quedado muy abajo en su lista de preocupaciones, ocupando el tercer lugar con un 39%.
Las políticas de inmigración y refugiados se sitúan casi al mismo nivel que la política climática, con un 38%, lo que supone una diferencia de un punto porcentual. "Es un tema ampliamente cubierto por los medios de comunicación y el tema principal de los partidos de extrema derecha en muchos países, y cada vez más también de los de centro-derecha", afirma el informe de Bruegel.
¿Cuál es el mejor enfoque para afrontar el cambio climático?
En Italia, el 49% de los encuestados desea que el medio ambiente sea una de las tres prioridades políticas de la UE en los próximos años. Le siguen Francia, con un 41%, y Alemania, con un 38%. Nueve de cada 10 europeos están de acuerdo en que es necesario actuar para responder al cambio climático.
Sin embargo, entre 2020 y 2024, el apoyo a la detención del cambio climático disminuyó en los cinco países, mientras que el apoyo a la adaptación al cambio climático aumentó en todos ellos. Este cambio fue más pronunciado en Alemania y Polonia, donde algo menos de dos tercios de los encuestados apoyaban todas las acciones para detener el cambio climático en 2020, pero sólo alrededor de la mitad lo hacían en 2024.
Mientras que la brecha entre el apoyo a la mitigación y a la adaptación sigue siendo muy pronunciada en Italia, en Suecia el nivel de apoyo entre estas dos categorías es muy estrecho.
En la mayoría de los países, sólo una minoría piensa que el cambio climático está causado principalmente por procesos naturales o que no es real en absoluto. Polonia registra la mayor proporción de estas opiniones, con un 23%, seguida de Suecia, con un 19%.
El escepticismo es más común entre quienes se consideran económicamente acomodados o ricos. "Esto concuerda con investigaciones anteriores que han demostrado que los grupos de mayor estatus, que se benefician del 'statu quo', a veces están menos abiertos a políticas climáticas transformadoras", afirma el informe.