Las erróneas afirmaciones parecen haber surgido de informes según los cuales los países nórdicos han empezado a aconsejar a los ciudadanos que guarden una provisión de dinero en efectivo en casa, por si se produce una crisis bancaria digital.
Se está extendiendo por internet la falsa información de que Noruega y Suecia van a eliminar el dinero electrónico y van a volver a una sociedad basada totalmente en el efectivo. Por ejemplo, un artículo que circula por las redes sociales afirma que los países están volviendo a pagar en efectivo, porque supuestamente se han dado cuenta de que es el método de pago más seguro, ya que las cuentas digitales permiten a las autoridades bloquear las transacciones.
Otra publicación popular señala que Suecia vuelve al efectivo, porque los pagos digitales son potencialmente una amenaza para la seguridad nacional.
Sin embargo, estas afirmaciones no son exactas. Así, parecen tener su origen en las noticias de los últimos meses según las cuales ambos países están frenando sus planes de convertirse en sociedades sin dinero en efectivo, aparentemente por temor a que los sistemas de pago totalmente digitales puedan provocar que sus instituciones financieras y estatales se vuelvan vulnerables a los ciberataques rusos.
Por ejemplo, 'The Guardian' informó recientemente de que, a pesar de las ambiciones de los países nórdicos de reducir su dependencia del efectivo, ahora están empezando a ver la banca electrónica como una amenaza potencial para la seguridad nacional.
Los s de las redes sociales suelen compartir una imagen o un enlace a este informe junto con la afirmación de que los países se están deshaciendo por completo del dinero electrónico. En la actualidad, Noruega y Suecia son las naciones del mundo con menos efectivo en circulación en porcentaje del PIB, según datos recientes del Sveriges Riksbank, el Banco Central de Suecia.
Dinamarca, otro país nórdico, también ocupa un lugar bastante bajo en la lista, al igual que el Reino Unido, mientras que la eurozona en su conjunto sigue teniendo bastante más efectivo en circulación. Entretanto, Suecia está animando a los ciudadanos a utilizar el efectivo con regularidad a través de diversas medidas.
En los últimos meses, el Ministerio de Defensa publicó un folleto titulado "Si llega una crisis bélica", en el que aconsejaba a los ciudadanos estar preparados y tener en casa dinero en efectivo para sobrevivir durante una semana. El Sveriges Riksbank también afirmó que el país debe asegurarse de que nadie quede excluido y de que todos puedan pagar en caso de crisis o guerra a gran escala.
Noruega, por su parte, ha promulgado recientemente una ley que multa a los comercios si no aceptan dinero en efectivo, y también ha aconsejado a los ciudadanos que tengan algo de dinero en metálico a mano en caso de que se produzcan ataques a los sistemas digitales de pago digitales. No obstante, el Sveriges Riksbank ha declarado a Euro que no abandona los pagos digitales y que sigue adelante con sus planes de introducir una "corona electrónica", una versión digital de la moneda nacional sueca.
El Norges Bank, entidad crediticia central de Noruega, también negó rotundamente las afirmaciones de que el país nórdico quiera alejarse de un sistema de pago electrónico y volver al efectivo. "El aumento del uso de métodos de pago electrónicos ha aportado grandes beneficios a la sociedad en su conjunto, a los bancos y a sus clientes", declaró un portavoz del banco. "Sin embargo, el efectivo sigue siendo necesario.
El dinero en metálico no es un fin en sí mismo, sino que tiene propiedades y funciones que otros métodos e instrumentos de pago no tienen, y que son importantes para garantizar un sistema de pagos eficiente y seguro", señaló.
Ni Noruega ni Suecia tratan de eliminar el dinero en metálico
No hay pruebas reales de que ninguno de los dos países esté intentando eliminar el dinero electrónico y volver a una sociedad basada al 100% en el efectivo. La narrativa engañosa en línea parece alimentar los temores a las monedas digitales, en particular al euro digital previsto por el Banco Central Europeo, BCE.
Quienes se oponen al euro digital afirman que podría dañar la privacidad, el control financiero y la seguridad, e incluso suplantar por completo al dinero en efectivo. Por ejemplo, señalan que las autoridades centrales podrían supervisar cada transacción, lo que llevaría a la vigilancia financiera, y a que el Gobierno tendría más control sobre la moneda, abriendo la posibilidad de manipulación monetaria.
También se ha sugerido que los ancianos o los habitantes de zonas rurales podrían salir perdiendo, ya que no tendrían el mismo a los servicios digitales que los de zonas más urbanas. Sin embargo, el BCE y su presidenta, Christine Lagarde, han indicado en repetidas ocasiones que un euro digital complementaría al efectivo, no lo sustituiría, sería seguro, haría los pagos más eficientes y sería fácil de usar para todos.
"El uso del efectivo para realizar pagos está disminuyendo y el cambio hacia las compras en línea y los pagos digitales se está acelerando", afirma el BCE. "El euro digital sería una forma electrónica de efectivo para el mundo digitalizado. Daría a los consumidores la opción de utilizar dinero del BCE en formato digital, complementando a los billetes y monedas", añade.
"Al igual que el dinero en efectivo, el euro digital estaría exento de riesgos, sería ampliamente accesible, fácil de utilizar y gratuito para un uso básico", prosigue. "Además, el euro digital reforzaría la autonomía estratégica y la soberanía monetaria de la zona del euro impulsando la eficiencia del ecosistema europeo de pagos en su conjunto, fomentando la innovación y aumentando su resistencia frente a posibles ciberataques o interrupciones técnicas, como los cortes de electricidad".