Además de dañar una valiosa parte del patrimonio de la ciudad, las piedras robadas han creado problemas de seguridad.
Varios turistas han sido sorprendidos llevándose a casa todo tipo de recuerdos robados de sus vacaciones, desde objetos recogidos en Pompeya hasta arena de la famosa playa rosa de Cerdeña. La ciudad belga de Brujas ha sido la última víctima de este delito, pero el objeto que ha despertado el interés de los visitantes es inesperado. El Ayuntamiento ha denunciado el robo de decenas de adoquines del centro de la ciudad, y sospecha que los culpables son turistas.
Turistas sospechosos de robar adoquines de Brujas
Los adoquines de Brujas sufren cada vez más robos en lugares emblemáticos del centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, según denunció esta semana el concejal de Bienes Públicos, Franky Demon. "En lugares emblemáticos como Minnewater, Vismarkt, Markt y Gruuthusemuseum, se calcula que desaparecen entre 50 y 70 adoquines al mes. Y esa cifra podría ser aún mayor", declaró Demon a la prensa.
"El fenómeno aumenta considerablemente, sobre todo en periodos de gran afluencia turística, como la primavera y el verano", añadió. Por eso, las autoridades sospechan que los visitantes se embolsan la piedra como recuerdo.
Deje el adoquín donde le corresponde
Además de dañar una valiosa parte del patrimonio de la ciudad, las piedras robadas han creado problemas de seguridad. Los huecos de los adoquines retirados suponen un peligro de tropiezo para los peatones, y su reparación es costosa.
"Es lamentable que nuestros empleados tengan que salir constantemente a arreglar baches y piedras sueltas. Esto ocasiona mucho trabajo y costes adicionales: unos 200 euros por metro cuadrado de reconstrucción", explicó Demon. El concejal instó a los visitantes a respetar el entorno histórico de Brujas.
"Simplemente pedimos respeto. Quien pasea por Brujas atraviesa siglos de historia. Dejen ese adoquín donde debe estar", dijo. Al parecer, los adoquines de Brujas no son el único recuerdo callejero codiciado. A lo largo de la famosa ruta ciclista París-Roubaix, los turistas son conocidos por robar partes del pavimento. Los emblemáticos 'sampietrini' de Roma, adoquines de lava solidificada, también han desaparecido en las maletas a lo largo de los años.