Cientos de estudiantes serbios marchan desde Belgrado hacia Novi Sad para conmemorar los tres meses del derrumbe de una marquesina en una estación de tren que mató a 15 personas. Planean bloquear los puentes de la ciudad el sábado como parte de su movimiento de protesta, que ya provocó la dimisión del primer ministro Milos Vucevic.
Las manifestaciones, iniciadas tras la tragedia, ganaron fuerza con el apoyo de diversos sectores sociales. Los estudiantes exigen justicia para las víctimas, transparencia en proyectos públicos y el fin de ataques contra manifestantes, reflejando el creciente descontento con el gobierno autoritario del presidente Aleksandar Vucic.