La tormenta, impulsada por fuertes vientos, tapó el cielo y obligó a los residentes a permanecer en interiores mientras nubes de polvo cubrían la zona. Riad, la capital del Reino, también se vio afectada. Nubes de polvo barrieron la ciudad, oscureciendo el horizonte y perturbando la vida diaria mientras la gente buscaba refugio en interiores.
El Centro Nacional de Meteorología de Arabia Saudí emitió advertencias anticipadas, especialmente para Al Qassim, donde la visibilidad se redujo casi a cero. Las autoridades aconsejaron a los conductores que manejaran con extrema precaución, mientras que se desplegaron patrullas de carreteras para gestionar las condiciones peligrosas en las principales vías.