Cinco camiones, incluidos envíos de alimentos para bebés, ingresaron al enclave el lunes, siendo la primera entrega de este tipo en casi tres meses. La medida se produce mientras Israel dice que busca evitar una “crisis de hambre” que podría complicar su campaña militar.
Expertos globales han advertido sobre una hambruna que afecta a los dos millones de residentes de Gaza, mientras que los aliados de Israel han comenzado a amenazar con sanciones, instando a un más amplio y sostenido para la ayuda humanitaria.
Israel había detenido todos los suministros para presionar a Hamás durante las negociaciones de alto el fuego. La guerra, en curso desde octubre de 2023, ha cobrado más de 53,000 vidas palestinas, según el Ministerio de Salud de Gaza.