Fue la tercera y última fase de un intercambio acordado durante las conversaciones en Estambul, donde Rusia y Ucrania se comprometieron a liberar a 1.000 prisioneros cada una en el único paso concreto hacia la paz que surgió de la reunión.
A pesar de la violencia continua, incluido un ataque con misiles mortales en Kiev solo unas horas antes, la entrega se llevó a cabo. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó la finalización del intercambio, diciendo en X el domingo que “303 defensores ucranianos están en casa”.