Los datos de inflación de Estados Unidos y China estarán en el punto de mira de los mercados financieros.
Los mercados mundiales siguen volátiles tras las brutales ventas impulsadas por los aranceles de la semana pasada. Las represalias de China supusieron una escalada de la guerra comercial mundial, después de que el país impusiera aranceles del 34% a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos el pasado viernes. Los inversores temen que el aumento de las barreras comerciales pueda empujar a la economía mundial hacia una recesión.
Los actores bursátiles siguen vigilando esta semana la evolución de los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, y las respuestas de otras grandes economías. Es probable que el aumento de la incertidumbre fomente una mayor aversión al riesgo en los mercados mundiales.
En este contexto, los datos de inflación de EE. UU. servirán como un indicador crítico de la trayectoria económica del país, ofreciendo información sobre la postura política de la Reserva Federal. Otros acontecimientos regionales clave, como el informe de producción industrial de Alemania, la decisión de la Reserva de Nueva Zelanda sobre los tipos de interés y los datos de inflación de China también atraerán la atención de los inversores.
La Unión Europea se prepara para una respuesta "proporcionada"
El bloque de 27 está preparando contramedidas unificadas en respuesta a los aranceles de Trump, uniéndose a Canadá y China en el anuncio de nuevas medidas de represalia. También se espera que la Casa Blanca anuncie gravámenes a la importación de cobre, productos farmacéuticos, semiconductores y madera.
En el plano económico, Alemania publicará los datos de su producción industrial de febrero. En enero, la producción aumentó un 2% tras el descenso del 1,5% registrado en diciembre, gracias a la recuperación de los sectores del automóvil y la alimentación. Sin embargo, la producción manufacturera se contrajo y el sector energético también se debilitó. Según la Oficina Federal de Estadística alemana, la producción industrial descendió un 1,6% interanual y se estancó entre noviembre de 2024 y enero de 2025. El consenso sugiere que la producción podría haber retrocedido un 0,9% intermensual en febrero.
En cuanto a los mercados, el euro se disparó tras el anuncio de los aranceles recíprocos de Trump, y el par euro/dólar alcanzó su nivel más alto desde octubre de 2024. Sin embargo, las bolsas europeas se desplomaron y tanto el Euro Stoxx 600 como el DAX cayeron alrededor de un 7% la semana pasada. Es probable que estas tendencias persistan en medio de la incertidumbre actual.
Estados Unidos, pendiente de la política de tipos de la Reserva Federal
Los datos de la inflación estadounidense de marzo serán el centro de atención esta semana. En febrero, el Índice de Precios al Consumo (IPC) anual subió un 2,8%, mientras que la inflación subyacente -que excluye los elementos volátiles como los alimentos y la energía- subió un 3,1%. Aunque ambas cifras fueron más bajas de lo esperado siguen manteniéndose por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Las previsiones de consenso sugieren que la inflación general podría haber disminuido hasta el 2,6% en marzo, mientras que el IPC subyacente podría haber caído hasta el 3%.
Sin embargo, la escalada de una guerra comercial mundial podría ejercer una presión al alza sobre la inflación al tiempo que ralentiza el crecimiento, lo que complicaría la toma de decisiones de la Fed. Su presidente, Jerome Powell, declaró que el banco central no necesita precipitarse en ningún cambio de política y que esperará a tener mayor claridad sobre el impacto económico de las acciones de la istración Trump. Las actas de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), que se publicarán esta semana, también serán objeto de escrutinio en busca de indicaciones sobre las perspectivas políticas de la Fed.
Además, los inversores estarán atentos al índice de precios a la producción (IPP) de EE.UU. y al índice preliminar de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. Las cifras del IPP de febrero se alinearon con los datos del IPC, apuntando a una relajación de las presiones inflacionistas. Sin embargo, el sentimiento de los consumidores cayó por tercer mes consecutivo en marzo, situándose en 57 -el nivel más bajo desde noviembre de 2022- en medio de una creciente preocupación por la situación económica. Dos tercios de los consumidores esperan que el desempleo aumente en un año, la tasa más alta desde 2009. Las expectativas de inflación a un año aumentaron hasta el 5%, también el nivel más alto desde noviembre de 2022.
Asia-Pacífico dará algunas pistas a los inversores de cara al futuro
China publicará sus datos de inflación de marzo, fundamentales para calibrar la demanda de los consumidores del país. Los precios al consumo cayeron un 0,7% interanual en febrero, el primer descenso desde enero de 2024, debido en parte a factores estacionales. Se espera que la inflación vuelva a crecer modestamente en marzo, con un aumento anual previsto del 0,1%. En respuesta a las crecientes tensiones comerciales con EE.UU., es probable que el Gobierno chino aplique nuevas medidas de estímulo destinadas a impulsar la demanda interna. Mientras tanto, una lectura más débil de lo previsto podría presionar aún más el sentimiento de los mercados mundiales, especialmente en los valores de consumo.
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) también anunciará su decisión sobre los tipos de interés, y se espera un recorte de 25 puntos básicos, lo que situaría el tipo de efectivo oficial (OCR) en el 3,5%. El RBNZ ha aplicado tres recortes consecutivos de 50 puntos básicos desde octubre del año pasado, cuando el país entró en una recesión técnica. Se espera que el banco central mantenga una postura moderada, especialmente a la luz de la perturbación del mercado mundial causada por las políticas comerciales de la istración Trump.