{ "@context": "https://schema.org/", "@graph": [ { "@type": "NewsArticle", "mainEntityOfPage": { "@type": "Webpage", "url": "/green/2025/03/27/vertido-quimico-o-solucion-climatica-la-carrera-por-retener-en-nuestros-mares-el-carbono-q" }, "headline": "\u00bfVertido qu\u00edmico o soluci\u00f3n clim\u00e1tica? La carrera por retener en nuestros mares el carbono que calienta el planeta", "description": "Existe un gran debate sobre las consecuencias para los oc\u00e9anos y sobre los beneficios exactos para el clima.", "articleBody": "Desde los terrenos de una central el\u00e9ctrica de gas en la costa oriental de Canad\u00e1, una empresa poco conocida est\u00e1 bombeando un lodo de minerales al oc\u00e9ano en nombre de la detenci\u00f3n del cambio clim\u00e1tico.Depende de a qui\u00e9n se pregunte si se trata de contaminaci\u00f3n o de una estrategia que salvar\u00e1 el planeta. Desde la costa, una tuber\u00eda libera una mezcla de agua y \u00f3xido de magnesio, un mineral blanco en polvo que se utiliza en todo, desde la construcci\u00f3n hasta las pastillas para el ardor de est\u00f3mago, y que Planetary Technologies, con sede en Nueva Escocia, apuesta a que absorber\u00e1 m\u00e1s gases que calientan el planeta en el mar. \u0022Restaurar el clima. Curar el oc\u00e9ano\u0022, reza el lema estampado en un contenedor cercano.La captura de carbono a trav\u00e9s de los oc\u00e9anos, una industria en expansi\u00f3nPlanetary forma parte de una industria en expansi\u00f3n que se apresura a dise\u00f1ar una soluci\u00f3n al calentamiento global utilizando el poder absorbente de los oc\u00e9anos. Cuenta con el respaldo de 1 mill\u00f3n de d\u00f3lares (922.875 euros) de la fundaci\u00f3n de Elon Musk y actualmente compite por un premio de 50 millones de d\u00f3lares (46 millones de euros) m\u00e1s.Decenas de otras empresas y grupos acad\u00e9micos defienden la misma teor\u00eda: que hundir rocas, nutrientes, residuos de cultivos o algas en el oc\u00e9ano podr\u00eda retener durante siglos o m\u00e1s el di\u00f3xido de carbono que calienta el clima. En los \u00faltimos cuatro a\u00f1os se han llevado a cabo casi 50 pruebas de campo y las nuevas empresas han recaudado cientos de millones en fondos iniciales.Sin embargo, el debate sigue abierto en torno a las consecuencias para los oc\u00e9anos si las estrategias se aplican a gran escala y a los beneficios exactos para el clima. Los detractores afirman que se est\u00e1 avanzando demasiado deprisa y con muy pocos l\u00edmites. \u0022Es como el Salvaje Oeste. Todo el mundo se apunta al carro, todo el mundo quiere hacer algo\u0022, afirma Adina Paytan, profesora de Ciencias de la Tierra y los Oc\u00e9anos en la Universidad de California en Santa Cruz.Planetary, como la mayor\u00eda de las nuevas empresas oce\u00e1nicas, financia su trabajo vendiendo cr\u00e9ditos de carbono, o fichas que representan una tonelada m\u00e9trica de di\u00f3xido de carbono eliminado del aire. En gran medida no regulados y ampliamente debatidos, los cr\u00e9ditos de carbono se han popularizado este siglo como una forma de que las empresas compren compensaciones en lugar de reducir ellas mismas las emisiones. La mayor\u00eda de los cr\u00e9ditos tienen un precio de varios cientos de d\u00f3lares cada uno.El sector vendi\u00f3 m\u00e1s de 340.000 cr\u00e9ditos de carbono marino el a\u00f1o pasado, frente a los 2.000 de hace cuatro a\u00f1os, seg\u00fan el portal de seguimiento CDR.fyi. Pero esa cantidad de carbono eliminado es una peque\u00f1a fracci\u00f3n de lo que, seg\u00fan los cient\u00edficos, se necesitar\u00e1 para que el planeta siga siendo habitable en los siglos venideros.Quienes dirigen estos esfuerzos, como Will Burt, cient\u00edfico jefe de Planetary, reconocen que se adentran en un terreno desconocido, pero afirman que el mayor peligro para el planeta y los oc\u00e9anos es no actuar con la suficiente rapidez. \u0022Tenemos que saber si va a funcionar o no. Cuanto antes lo hagamos, mejor\u0022.Capturar carbono en el oc\u00e9anoLos esfuerzos por capturar di\u00f3xido de carbono se han disparado en los \u00faltimos a\u00f1os. La mayor\u00eda de los modelos clim\u00e1ticos muestran ahora que reducir las emisiones no bastar\u00e1 para frenar el calentamiento global, seg\u00fan el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim\u00e1tico de las Naciones Unidas. El mundo tambi\u00e9n necesita eliminar activamente los gases que atrapan el calor y el oc\u00e9ano podr\u00eda ser un lugar l\u00f3gico para capturarlos.Ya se ha invertido dinero en diferentes estrategias en tierra firme, como bombear di\u00f3xido de carbono del aire, desarrollar lugares para almacenar carbono bajo tierra y replantar bosques, que almacenan CO2 de forma natural. Pero muchos de esos proyectos est\u00e1n limitados por el espacio y podr\u00edan afectar a las comunidades cercanas. El oc\u00e9ano ya regula el clima de la Tierra absorbiendo calor y carbono, y, en comparaci\u00f3n, parece ilimitado.\u0022\u00bfEs esa enorme superficie una opci\u00f3n para ayudarnos a afrontar y mitigar los peores efectos del cambio clim\u00e1tico?\u0022, pregunt\u00f3 Adam Subhas, que dirige un proyecto de eliminaci\u00f3n de carbono con la Instituci\u00f3n Oceanogr\u00e1fica Woods Hole, con sede en Cape Cod (Massachusetts). Un martes por la tarde, al borde del puerto de Halifax, Burt guard\u00f3 su casco de ciclista y se puso un casco de protecci\u00f3n para mostrar a dos estudiantes de ingenier\u00eda las instalaciones de Planetary. En un claro, el remolque de un cami\u00f3n almacenaba enormes bolsas de \u00f3xido de magnesio extra\u00eddo en Espa\u00f1a y transportado a trav\u00e9s del Atl\u00e1ntico hasta Canad\u00e1.La mayor\u00eda de las empresas que buscan soluciones clim\u00e1ticas en alta mar intentan reducir o transformar el di\u00f3xido de carbono almacenado en el oc\u00e9ano. Si lo consiguen, dijo Burt, los oc\u00e9anos actuar\u00e1n \u0022como un vac\u00edo\u0022 para absorber m\u00e1s gases del aire. Planetary utiliza \u00f3xido de magnesio para crear ese vac\u00edo. Cuando se disuelve en agua de mar, transforma el di\u00f3xido de carbono de gas en mol\u00e9culas estables que no interactuar\u00e1n con la atm\u00f3sfera durante miles de a\u00f1os. La piedra caliza, el olivino y otras rocas alcalinas tienen el mismo efecto.Otras empresas se dedican a cultivar algas marinas para capturar el gas. Estos organismos marinos act\u00faan como plantas en tierra, absorbiendo di\u00f3xido de carbono del oc\u00e9ano igual que los \u00e1rboles lo hacen del aire. La empresa Gigablue, por ejemplo, ha empezado a verter nutrientes en aguas neozelandesas para cultivar organismos diminutos conocidos como fitoplancton donde de otro modo no podr\u00edan sobrevivir.Otros, en cambio, ven en las profundidades del oc\u00e9ano un lugar donde almacenar materia org\u00e1nica que emitir\u00eda gases de efecto invernadero si se dejara en tierra. Hay empresas que han hundido virutas de madera frente a las costas de Islandia y planean hundir Sargassum, un alga de color marr\u00f3n amarillento, a profundidades extremas. La startup Carboniferous est\u00e1 preparando un permiso federal para colocar pulpa de ca\u00f1a de az\u00facar en el fondo del Golfo de M\u00e9xico, que la Casa Blanca ha rebautizado como Golfo de Am\u00e9rica por declaraci\u00f3n del presidente Trump.Aunque el trabajo de Planetary puede sonar como un \u0022experimento cient\u00edfico aterrador\u0022, dijo Burt, las pruebas de la compa\u00f1\u00eda hasta ahora sugieren que el \u00f3xido de magnesio plantea riesgos m\u00ednimos para los ecosistemas marinos, el plancton o los peces. Este mineral se utiliza desde hace tiempo en plantas de tratamiento de aguas e instalaciones industriales para desacidificar el agua.El puerto de Halifax es solo uno de los lugares donde Planetary espera operar. La empresa ha establecido otro emplazamiento en una planta de tratamiento de aguas residuales en la costa de Virginia y tiene previsto empezar las pruebas en Vancouver a finales de este a\u00f1o.Seg\u00fan las Academias Nacionales de Ciencias, Ingenier\u00eda y Medicina, la industria necesita eliminar miles de millones de toneladas de di\u00f3xido de carbono al a\u00f1o a mediados de siglo para cumplir con los objetivos clim\u00e1ticos establecidos hace casi una d\u00e9cada durante el acuerdo clim\u00e1tico de Par\u00eds. \u0022De lo que se trata aqu\u00ed es de mitigar una crisis clim\u00e1tica que se acelera r\u00e1pidamente\u0022, dijo Burt. \u0022Tenemos que actuar con seguridad e integridad, pero tambi\u00e9n tenemos que actuar r\u00e1pido\u0022.Reticencias entre las comunidades localesAunque hay un gran entusiasmo en el sector, las comunidades costeras no siempre se suben al carro. En Carolina del Norte, una solicitud para verter barcos cargados de olivino cerca de la localidad costera de Duck suscit\u00f3 dudas que redujeron el proyecto a m\u00e1s de la mitad.La empresa Vesta, creada en 2021, promociona este mineral de color verdoso como herramienta para absorber carbono en el oc\u00e9ano y crear mont\u00edculos que protejan a las ciudades costeras de las tempestades y el oleaje. Durante el proceso de concesi\u00f3n de permisos, los funcionarios de la Comisi\u00f3n de Recursos de Vida Silvestre del Estado, la Divisi\u00f3n de Pesca Marina y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. plantearon una larga lista de preocupaciones.\u0022Tal como se propone, el proyecto es un estudio a corto plazo con posibles repercusiones a largo plazo y sin planes de reparaci\u00f3n\u0022, escribi\u00f3 un supervisor de campo del Servicio de Pesca y Vida Silvestre. Las agencias dijeron que el olivino podr\u00eda asfixiar el ecosistema del fondo marino y amenazar un punto caliente para las tortugas marinas y el esturi\u00f3n del Atl\u00e1ntico. El consejero delegado de Vesta, Tom Green, dijo que la empresa nunca esper\u00f3 que su solicitud original se aprobara tal como estaba redactada. \u0022Es m\u00e1s bien el inicio de un di\u00e1logo con los organismos reguladores y la comunidad\u0022, declar\u00f3.El proyecto sali\u00f3 adelante el verano pasado con un alcance mucho menor, un plan de restauraci\u00f3n y requisitos m\u00e1s detallados para vigilar las especies de aguas profundas. Ocho mil toneladas de olivino enviadas desde Noruega est\u00e1n ahora sumergidas bajo las olas de Carolina del Norte. Green dice que entiende el escepticismo de la gente y que intenta recordarles que el objetivo de Vesta es salvar el medio ambiente, no da\u00f1arlo. Es trabajo de la empresa, dice, \u0022presentarse en las comunidades locales, presentarse f\u00edsicamente, y escuchar y compartir nuestros datos y crear confianza de esa manera.\u0022Las comunidades pesqueras se han opuesto a otro proyecto clim\u00e1tico dirigido por Subhas, del Centro de Investigaci\u00f3n Woods Hole, que ha generado 10 meses de conversaciones y debates. El proyecto, tal como se propuso la primavera pasada, habr\u00eda vertido 66.000 galones de soluci\u00f3n de hidr\u00f3xido de sodio en aguas oce\u00e1nicas cercanas a Cape Cod. Posteriormente, Woods Hole propuso reducir el proyecto para utilizar menos de 17.000 galones del producto qu\u00edmico, con la aprobaci\u00f3n federal a\u00fan pendiente.En dos revisiones separadas, la Agencia de Protecci\u00f3n del Medio Ambiente consider\u00f3 que los m\u00e9ritos cient\u00edficos del proyecto superaban los riesgos medioambientales y se\u00f1al\u00f3 que no preve\u00eda \u0022impactos inaceptables\u0022 en la calidad del agua o la pesca. Pero Jerry Leeman III, pescador de quinta generaci\u00f3n, quiere saber qu\u00e9 ocurrir\u00e1 con los huevos de langosta, abadejo y platija que flotan en la columna de agua y en la superficie del oc\u00e9ano si de repente se les roc\u00eda con la dura sustancia qu\u00edmica. \u0022\u00bfEst\u00e1n diciendo a todos los pescadores que no pesquen en esta zona mientras realizan este proyecto? \u00bfY qui\u00e9n compensa a estos individuos por desplazar a todo el mundo?\u0022, dijo. El equipo de Subhas espera que las concentraciones m\u00e1s potentes del producto qu\u00edmico duren menos de dos minutos en el oc\u00e9ano antes de diluirse. Tambi\u00e9n han acordado retrasar o reubicar el proyecto si se ven bancos de peces o manchas de huevos de peces en las aguas circundantes.Sarah Schumann, que se dedica a la pesca comercial de anjova en Rhode Island y lidera una campa\u00f1a a favor de una acci\u00f3n clim\u00e1tica \u0022respetuosa con la pesca\u0022, declar\u00f3 que, tras asistir a cuatro sesiones de escucha, sigue sin saber c\u00f3mo equilibrar su apoyo a la investigaci\u00f3n con la aprensi\u00f3n que escucha en la comunidad pesquera.\u0022Si tuviera que decidir en qu\u00e9 punto me encuentro en este asunto, no sabr\u00eda qu\u00e9 hacer\u0022, afirm\u00f3. Y Planetary, que ha recibido pocas cr\u00edticas de los habitantes del puerto de Halifax, se enfrent\u00f3 a una serie de protestas contra un proyecto clim\u00e1tico que propuso en Cornualles (Inglaterra). En abril del a\u00f1o pasado, m\u00e1s de cien personas marcharon por una playa portando pancartas que dec\u00edan \u0022Mantengamos nuestro mar libre de productos qu\u00edmicos\u0022.Sue Sayer, que dirige un grupo de investigaci\u00f3n que estudia las focas, dijo que en las conversaciones con Planetary se dio cuenta de que \u0022no ten\u00edan ni idea de qu\u00e9 animales o plantas o especies viven en la bah\u00eda de St. Ives\u0022. El vertido inicial de hidr\u00f3xido de magnesio en la bah\u00eda por parte de la empresa, dijo, encendi\u00f3 a una comunidad \u0022masiva y cient\u00edficamente apasionada por el mar\u0022.David Santillo, cient\u00edfico de los Laboratorios de Investigaci\u00f3n de Greenpeace en la Universidad de Exeter, discrep\u00f3 con la forma en que Planetary propuso hacer un seguimiento del impacto de su trabajo. Seg\u00fan una presentaci\u00f3n grabada y vista por AP, las mediciones de referencia de la empresa en Cornualles se realizaron en unos pocos d\u00edas.\u0022Si no tienes una l\u00ednea de base a lo largo de varios a\u00f1os y estaciones\u0022, dijo Santillo, \u0022no sabes si ser\u00edas capaz de detectar alguno de tus efectos\u0022. Una auditor\u00eda encargada por la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido concluy\u00f3 que los experimentos de Planetary supon\u00edan un riesgo \u0022muy bajo\u0022 para la vida marina y un potencial de eliminaci\u00f3n significativa de carbono.Aun as\u00ed, la empresa puso en pausa su propuesta de bombear otras 200 toneladas m\u00e9tricas de minerales. Siguiendo una recomendaci\u00f3n del Gobierno, Planetary dijo que buscar\u00eda una fuente de hidr\u00f3xido de magnesio m\u00e1s cercana al emplazamiento de Cornualles, en lugar de transportarlo desde China. Tambi\u00e9n asegur\u00f3 a los lugare\u00f1os que no vender\u00eda cr\u00e9ditos de carbono por su anterior liberaci\u00f3n de productos qu\u00edmicos.Sara Nawaz, directora de investigaci\u00f3n del Instituto para la Eliminaci\u00f3n Responsable del Carbono de la American University, dijo que entend\u00eda por qu\u00e9 a los cient\u00edficos a veces les cuesta conectar con las comunidades y ganarse su apoyo. Las primeras investigaciones muestran que el p\u00fablico es reacio a la idea de \u0022manipular\u0022 el clima. Muchas personas tienen una fuerte conexi\u00f3n emocional con el oc\u00e9ano, a\u00f1adi\u00f3. Existe el temor de que una vez que se pone algo en el oc\u00e9ano, \u0022no se puede retirar\u0022.Las grandes inc\u00f3gnitas: \u00bfFuncionar\u00e1 la tecnolog\u00eda?No solo la poblaci\u00f3n local se pregunta si estas tecnolog\u00edas funcionar\u00e1n. Tambi\u00e9n los cient\u00edficos han reconocido grandes inc\u00f3gnitas. Pero algunos de los principios en los que se basan estas tecnolog\u00edas llevan d\u00e9cadas estudi\u00e1ndose, y el laboratorio solo puede simular hasta cierto punto.Durante una reciente sesi\u00f3n de escucha de la EPA sobre el proyecto de Woods Hole, un coro de ocean\u00f3grafos y partidarios de la industria afirmaron que ya es hora de realizar pruebas a escala oce\u00e1nica. \u0022Es urgente avanzar y llevar a cabo este trabajo\u0022, afirm\u00f3 Ken Buesseler, otro cient\u00edfico de Woods Hole que estudia el carbono capturado por las algas.Aun as\u00ed, el oc\u00e9ano es un paisaje din\u00e1mico y dif\u00edcil en el que trabajar. Los cient\u00edficos siguen descubriendo nuevos detalles sobre la forma en que absorbe y recicla el carbono, y cualquier material que a\u00f1adan al agua de mar puede hundirse, diluirse o ser arrastrado a otros lugares, lo que dificulta el seguimiento de la respuesta del oc\u00e9ano.\u0022Es muy dif\u00edcil conseguir que el oc\u00e9ano haga lo que uno quiere\u0022, afirma Sarah Cooley, cient\u00edfica especializada en el ciclo del carbono que ha trabajado para la organizaci\u00f3n sin \u00e1nimo de lucro Ocean Conservancy y para el Gobierno federal. Katja Fennel, catedr\u00e1tica del Departamento de Oceanograf\u00eda de la Universidad de Dalhousie, trabaja en la modelizaci\u00f3n de la cantidad de carbono que Planetary ha capturado en el puerto de Halifax, una cifra que entra\u00f1a cierta incertidumbre.Codirige un grupo de acad\u00e9micos que supervisan el proyecto de la empresa utilizando muestras de agua, sensores y testigos de sedimentos tomados en distintos puntos de la bah\u00eda. Algunos d\u00edas, su equipo a\u00f1ade un tinte rojo a las tuber\u00edas para observar c\u00f3mo se disuelven los minerales y fluyen hacia el mar.Los modelos son necesarios para simular lo que ocurrir\u00eda si Planetary no hiciera nada, explica Fennel. Tambi\u00e9n son necesarios porque el oc\u00e9ano es tan grande y profundo que es imposible recoger suficientes datos para tener una imagen completa de \u00e9l. \u0022No podemos medir en todas partes todo el tiempo\u0022, dijo.\u00bfCu\u00e1nto tiempo permanece encerrado el carbono?Tambi\u00e9n persisten las dudas sobre cu\u00e1nto durar\u00e1 la captura de carbono. Es un punto especialmente importante para las empresas que trabajan con algas, virutas de madera u otros materiales org\u00e1nicos porque, dependiendo de d\u00f3nde se descompongan, podr\u00edan volver a liberar di\u00f3xido de carbono a la atm\u00f3sfera.Cuanto m\u00e1s profundo se hundan las plantas y las algas, m\u00e1s tiempo permanecer\u00e1 encerrado el carbono. Pero no es f\u00e1cil conseguirlo. Running Tide, una empresa ya desaparecida que hundi\u00f3 casi 20.000 toneladas de virutas de madera en aguas islandesas, afirm\u00f3 que el carbono podr\u00eda secuestrarse durante tres milenios o tan solo 50 a\u00f1os.Aunque estas soluciones funcionen a largo plazo, la mayor\u00eda de las empresas operan a una escala demasiado peque\u00f1a para influir en el clima. Ampliarlas para alcanzar los objetivos clim\u00e1ticos actuales requerir\u00e1 ingentes cantidades de recursos, energ\u00eda y dinero. \u0022La pregunta es: \u00bfqu\u00e9 ocurre cuando se ampl\u00eda a miles de millones de toneladas al a\u00f1o?\u0022, afirma David Ho, profesor de oceanograf\u00eda de la Universidad de Hawai en Manoa y cofundador y director cient\u00edfico de la organizaci\u00f3n sin \u00e1nimo de lucro (C)Worthy, que trabaja en la verificaci\u00f3n del impacto de la eliminaci\u00f3n de carbono en el oc\u00e9ano. \u0022Y eso a\u00fan est\u00e1 por determinar\u0022.Burt, de Planetary, imagina un futuro en el que los minerales se bombeen a trav\u00e9s de centrales el\u00e9ctricas e instalaciones de tratamiento de aguas en todas las costas importantes del mundo. Pero eso requerir\u00eda un volumen grande y constante de \u00f3xido de magnesio o minerales similares, junto con la energ\u00eda para extraerlos y transportarlos.El crecimiento de algas y algas marinas tendr\u00eda que aumentar exponencialmente. La Academia Nacional de Ciencias, Ingenier\u00eda y Medicina ha calculado que casi dos tercios de la costa mundial tendr\u00edan que estar rodeados de algas para empezar a hacer mella en el calentamiento global. La empresa Seafields, que est\u00e1 realizando pruebas en el Caribe, dice que prev\u00e9 construir una granja de Sargassum entre Brasil y \u00c1frica Occidental de m\u00e1s de 300 kil\u00f3metros de ancho.Existe el riesgo de que estas expansiones agraven un da\u00f1o medioambiental que no es detectable en peque\u00f1as pruebas y que, debido a la circulaci\u00f3n global del agua, podr\u00eda sentirse en todo el mundo. Pero la alternativa a no intentarlo nunca, seg\u00fan Ho, es un cambio clim\u00e1tico sin freno.Al planeta se le acaba el tiempoA finales del a\u00f1o pasado, Planetary anunci\u00f3 que su proyecto de Nueva Escocia hab\u00eda conseguido capturar 138 toneladas de carbono, lo que le permiti\u00f3 entregar exactamente 138 cr\u00e9ditos de carbono a dos de los primeros inversores de la empresa, Shopify y Stripe. Monetizar el trabajo resulta inc\u00f3modo para muchos de los que estudian el oc\u00e9ano.\u0022Por un lado, fomenta la investigaci\u00f3n y la ciencia, lo cual es bueno. Por otro, est\u00e1 abriendo las puertas al abuso del sistema\u0022, dijo Paytan, la profesora de Santa Cruz, que ha sido ada por varias startups pidiendo colaborar. Se refiere a empresas acusadas de sobrestimar dr\u00e1sticamente el carbono que capturan, aunque alardeen de restaurar selvas tropicales en Per\u00fa y sustituir estufas que producen humo en \u00c1frica.Pero a falta de m\u00e1s investigaci\u00f3n financiada por el Gobierno, varias empresas dijeron a la agencia AP que hay pocas posibilidades de que este campo avance sin vender cr\u00e9ditos. \u0022Desgraciadamente, tal y como est\u00e1n las cosas ahora, ponemos en manos de estas nuevas empresas el desarrollo de las t\u00e9cnicas\u0022, afirma Ho. De vuelta a su oficina en el puerto de Halifax, Burt dijo que comprend\u00eda la inquietud que suscita la venta de cr\u00e9ditos y a\u00f1adi\u00f3 que Planetary se toma muy en serio la necesidad de operar de forma abierta, responsable y cautelosa. Pero tambi\u00e9n afirma que se necesitan empresas emergentes que puedan avanzar a un ritmo m\u00e1s r\u00e1pido que el mundo acad\u00e9mico. \u0022No podemos estudiar esta soluci\u00f3n al mismo ritmo que hemos estado estudiando los problemas\u0022, dijo, a un tiempo que afirm\u00f3 que no hay tiempo suficiente.El a\u00f1o pasado fue el m\u00e1s caluroso de la historia de la Tierra, y se prev\u00e9 que las emisiones mundiales de carbono alcancen otro m\u00e1ximo hist\u00f3rico. \u0022Tenemos que reducir las emisiones urgentemente, de forma dr\u00e1stica\u0022, dijo Fennel, el investigador que estudia el proyecto de Planetary. \u0022Cualquier eliminaci\u00f3n de CO2 de la atm\u00f3sfera es mucho m\u00e1s dif\u00edcil y costosa que evitar las emisiones de CO2 de entrada\u0022.La industria sigue adelante. Planetary declar\u00f3 en febrero que hab\u00eda secuestrado un total de 1.000 toneladas de carbono en el oc\u00e9ano, y Carboniferous complet\u00f3 su primera prueba de hundimiento de ca\u00f1a de az\u00facar en el fondo marino. A principios de este a\u00f1o, Gigablue firm\u00f3 un acuerdo por 200.000 cr\u00e9ditos de carbono por dispersar part\u00edculas llenas de nutrientes en el oc\u00e9ano.Cada vez son m\u00e1s las empresas que utilizan la electricidad para alterar las mol\u00e9culas del agua de mar, con el mismo objetivo de inducir al oc\u00e9ano a absorber m\u00e1s di\u00f3xido de carbono. La empresa emergente Ebb Carbon lleg\u00f3 recientemente a un acuerdo con Microsoft para proporcionar hasta 350.000 cr\u00e9ditos de carbono, y Captura, financiada en parte por inversores vinculados a la producci\u00f3n de petr\u00f3leo y gas, ampli\u00f3 sus operaciones de California a Hawai.No est\u00e1 claro si el Gobierno estadounidense paralizar\u00e1 o apoyar\u00e1 el trabajo sobre el clima oce\u00e1nico en el futuro. El panorama pol\u00edtico sigue cambiando a medida que la istraci\u00f3n Trump busca revertir una amplia gama de regulaciones ambientales y reconsiderar el hallazgo cient\u00edfico de que los gases de efecto invernadero ponen en peligro la salud p\u00fablica.Aunque Musk, asesor de la Casa Blanca, ha restado importancia a algunas de sus declaraciones pasadas sobre el calentamiento global, hace cuatro a\u00f1os su fundaci\u00f3n se comprometi\u00f3 a aportar 100 millones de d\u00f3lares (92,2 millones de euros) para financiar un concurso sobre la mejor soluci\u00f3n para la captura de carbono. Planetary opta al primer premio. 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¿Vertido químico o solución climática? La carrera por retener en nuestros mares el carbono que calienta el planeta

Este proyecto de la empresa Planetary Technologies está probando si añadir minerales alcalinos al océano puede ayudar a frenar el cambio climático.
Este proyecto de la empresa Planetary Technologies está probando si añadir minerales alcalinos al océano puede ayudar a frenar el cambio climático. Derechos de autor Ocean Alk-Align project vía AP
Derechos de autor Ocean Alk-Align project vía AP
Por Helen Wieffering con AP
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Existe un gran debate sobre las consecuencias para los océanos y sobre los beneficios exactos para el clima.

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Desde los terrenos de una central eléctrica de gas en la costa oriental de Canadá, una empresa poco conocida está bombeando un lodo de minerales al océano en nombre de la detención del cambio climático.

Depende de a quién se pregunte si se trata de contaminación o de una estrategia que salvará el planeta. Desde la costa, una tubería libera una mezcla de agua y óxido de magnesio, un mineral blanco en polvo que se utiliza en todo, desde la construcción hasta las pastillas para el ardor de estómago, y que Planetary Technologies, con sede en Nueva Escocia, apuesta a que absorberá más gases que calientan el planeta en el mar. "Restaurar el clima. Curar el océano", reza el lema estampado en un contenedor cercano.

La captura de carbono a través de los océanos, una industria en expansión

Planetary forma parte de una industria en expansión que se apresura a diseñar una solución al calentamiento global utilizando el poder absorbente de los océanos. Cuenta con el respaldo de 1 millón de dólares (922.875 euros) de la fundación de Elon Musk y actualmente compite por un premio de 50 millones de dólares (46 millones de euros) más.

Decenas de otras empresas y grupos académicos defienden la misma teoría: que hundir rocas, nutrientes, residuos de cultivos o algas en el océano podría retener durante siglos o más el dióxido de carbono que calienta el clima. En los últimos cuatro años se han llevado a cabo casi 50 pruebas de campo y las nuevas empresas han recaudado cientos de millones en fondos iniciales.

Sin embargo, el debate sigue abierto en torno a las consecuencias para los océanos si las estrategias se aplican a gran escala y a los beneficios exactos para el clima. Los detractores afirman que se está avanzando demasiado deprisa y con muy pocos límites. "Es como el Salvaje Oeste. Todo el mundo se apunta al carro, todo el mundo quiere hacer algo", afirma Adina Paytan, profesora de Ciencias de la Tierra y los Océanos en la Universidad de California en Santa Cruz.

Planetary, como la mayoría de las nuevas empresas oceánicas, financia su trabajo vendiendo créditos de carbono, o fichas que representan una tonelada métrica de dióxido de carbono eliminado del aire. En gran medida no regulados y ampliamente debatidos, los créditos de carbono se han popularizado este siglo como una forma de que las empresas compren compensaciones en lugar de reducir ellas mismas las emisiones. La mayoría de los créditos tienen un precio de varios cientos de dólares cada uno.

El sector vendió más de 340.000 créditos de carbono marino el año pasado, frente a los 2.000 de hace cuatro años, según el portal de seguimiento CDR.fyi. Pero esa cantidad de carbono eliminado es una pequeña fracción de lo que, según los científicos, se necesitará para que el planeta siga siendo habitable en los siglos venideros.

Quienes dirigen estos esfuerzos, como Will Burt, científico jefe de Planetary, reconocen que se adentran en un terreno desconocido, pero afirman que el mayor peligro para el planeta y los océanos es no actuar con la suficiente rapidez. "Tenemos que saber si va a funcionar o no. Cuanto antes lo hagamos, mejor".

Capturar carbono en el océano

Los esfuerzos por capturar dióxido de carbono se han disparado en los últimos años. La mayoría de los modelos climáticos muestran ahora que reducir las emisiones no bastará para frenar el calentamiento global, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. El mundo también necesita eliminar activamente los gases que atrapan el calor y el océano podría ser un lugar lógico para capturarlos.

Ya se ha invertido dinero en diferentes estrategias en tierra firme, como bombear dióxido de carbono del aire, desarrollar lugares para almacenar carbono bajo tierra y replantar bosques, que almacenan CO2de forma natural. Pero muchos de esos proyectos están limitados por el espacio y podrían afectar a las comunidades cercanas. El océano ya regula el clima de la Tierra absorbiendo calor y carbono, y, en comparación, parece ilimitado.

"¿Es esa enorme superficie una opción para ayudarnos a afrontar y mitigar los peores efectos del cambio climático?", preguntó Adam Subhas, que dirige un proyecto de eliminación de carbono con la Institución Oceanográfica Woods Hole, con sede en Cape Cod (Massachusetts). Un martes por la tarde, al borde del puerto de Halifax, Burt guardó su casco de ciclista y se puso un casco de protección para mostrar a dos estudiantes de ingeniería las instalaciones de Planetary. En un claro, el remolque de un camión almacenaba enormes bolsas de óxido de magnesio extraído en España y transportado a través del Atlántico hasta Canadá.

La mayoría de las empresas que buscan soluciones climáticas en alta mar intentan reducir o transformar el dióxido de carbono almacenado en el océano. Si lo consiguen, dijo Burt, los océanos actuarán "como un vacío" para absorber más gases del aire. Planetary utiliza óxido de magnesio para crear ese vacío. Cuando se disuelve en agua de mar, transforma el dióxido de carbono de gas en moléculas estables que no interactuarán con la atmósfera durante miles de años. La piedra caliza, el olivino y otras rocas alcalinas tienen el mismo efecto.

Otras empresas se dedican a cultivar algas marinas para capturar el gas. Estos organismos marinos actúan como plantas en tierra, absorbiendo dióxido de carbono del océano igual que los árboles lo hacen del aire. La empresa Gigablue, por ejemplo, ha empezado a verter nutrientes en aguas neozelandesas para cultivar organismos diminutos conocidos como fitoplancton donde de otro modo no podrían sobrevivir.

Arena de olivino liberada desde una barcaza en las aguas de Duck, Carolina del Norte, como parte de un proyecto de captura de carbono de la empresa Vesta.
Arena de olivino liberada desde una barcaza en las aguas de Duck, Carolina del Norte, como parte de un proyecto de captura de carbono de la empresa Vesta.Vesta, PBC vía AP

Otros, en cambio, ven en las profundidades del océano un lugar donde almacenar materia orgánica que emitiría gases de efecto invernadero si se dejara en tierra. Hay empresas que han hundido virutas de madera frente a las costas de Islandia y planean hundir Sargassum, un alga de color marrón amarillento, a profundidades extremas. La startup Carboniferous está preparando un permiso federal para colocar pulpa de caña de azúcar en el fondo del Golfo de México, que la Casa Blanca ha rebautizado como Golfo de América por declaración del presidente Trump.

Aunque el trabajo de Planetary puede sonar como un "experimento científico aterrador", dijo Burt, las pruebas de la compañía hasta ahora sugieren que el óxido de magnesio plantea riesgos mínimos para los ecosistemas marinos, el plancton o los peces. Este mineral se utiliza desde hace tiempo en plantas de tratamiento de aguas e instalaciones industriales para desacidificar el agua.

El puerto de Halifax es solo uno de los lugares donde Planetary espera operar. La empresa ha establecido otro emplazamiento en una planta de tratamiento de aguas residuales en la costa de Virginia y tiene previsto empezar las pruebas en Vancouver a finales de este año.

Según las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, la industria necesita eliminar miles de millones de toneladas de dióxido de carbono al año a mediados de siglo para cumplir con los objetivos climáticos establecidos hace casi una década durante el acuerdo climático de París. "De lo que se trata aquí es de mitigar una crisis climática que se acelera rápidamente", dijo Burt. "Tenemos que actuar con seguridad e integridad, pero también tenemos que actuar rápido".

Reticencias entre las comunidades locales

Aunque hay un gran entusiasmo en el sector, las comunidades costeras no siempre se suben al carro. En Carolina del Norte, una solicitud para verter barcos cargados de olivino cerca de la localidad costera de Duck suscitó dudas que redujeron el proyecto a más de la mitad.

La empresa Vesta, creada en 2021, promociona este mineral de color verdoso como herramienta para absorber carbono en el océano y crear montículos que protejan a las ciudades costeras de las tempestades y el oleaje. Durante el proceso de concesión de permisos, los funcionarios de la Comisión de Recursos de Vida Silvestre del Estado, la División de Pesca Marina y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. plantearon una larga lista de preocupaciones.

"Tal como se propone, el proyecto es un estudio a corto plazo con posibles repercusiones a largo plazo y sin planes de reparación", escribió un supervisor de campo del Servicio de Pesca y Vida Silvestre. Las agencias dijeron que el olivino podría asfixiar el ecosistema del fondo marino y amenazar un punto caliente para las tortugas marinas y el esturión del Atlántico. El consejero delegado de Vesta, Tom Green, dijo que la empresa nunca esperó que su solicitud original se aprobara tal como estaba redactada. "Es más bien el inicio de un diálogo con los organismos reguladores y la comunidad", declaró.

El proyecto salió adelante el verano pasado con un alcance mucho menor, un plan de restauración y requisitos más detallados para vigilar las especies de aguas profundas. Ocho mil toneladas de olivino enviadas desde Noruega están ahora sumergidas bajo las olas de Carolina del Norte. Green dice que entiende el escepticismo de la gente y que intenta recordarles que el objetivo de Vesta es salvar el medio ambiente, no dañarlo. Es trabajo de la empresa, dice, "presentarse en las comunidades locales, presentarse físicamente, y escuchar y compartir nuestros datos y crear confianza de esa manera."

Las comunidades pesqueras se han opuesto a otro proyecto climático dirigido por Subhas, del Centro de Investigación Woods Hole, que ha generado 10 meses de conversaciones y debates. El proyecto, tal como se propuso la primavera pasada, habría vertido 66.000 galones de solución de hidróxido de sodio en aguas oceánicas cercanas a Cape Cod. Posteriormente, Woods Hole propuso reducir el proyecto para utilizar menos de 17.000 galones del producto químico, con la aprobación federal aún pendiente.

En dos revisiones separadas, la Agencia de Protección del Medio Ambiente consideró que los méritos científicos del proyecto superaban los riesgos medioambientales y señaló que no preveía "impactos inaceptables" en la calidad del agua o la pesca. Pero Jerry Leeman III, pescador de quinta generación, quiere saber qué ocurrirá con los huevos de langosta, abadejo y platija que flotan en la columna de agua y en la superficie del océano si de repente se les rocía con la dura sustancia química.

"¿Están diciendo a todos los pescadores que no pesquen en esta zona mientras realizan este proyecto? ¿Y quién compensa a estos individuos por desplazar a todo el mundo?", dijo. El equipo de Subhas espera que las concentraciones más potentes del producto químico duren menos de dos minutos en el océano antes de diluirse. También han acordado retrasar o reubicar el proyecto si se ven bancos de peces o manchas de huevos de peces en las aguas circundantes.

Los pescadores de langostas Roger Wilder y Glen Fernandes hablan con Sarah Schumann, de la Campaña de Acción Climática Favorable a la Pesca.
Los pescadores de langostas Roger Wilder y Glen Fernandes hablan con Sarah Schumann, de la Campaña de Acción Climática Favorable a la Pesca.David Goldman/AP

Sarah Schumann, que se dedica a la pesca comercial de anjova en Rhode Island y lidera una campaña a favor de una acción climática "respetuosa con la pesca", declaró que, tras asistir a cuatro sesiones de escucha, sigue sin saber cómo equilibrar su apoyo a la investigación con la aprensión que escucha en la comunidad pesquera.

"Si tuviera que decidir en qué punto me encuentro en este asunto, no sabría qué hacer", afirmó. Y Planetary, que ha recibido pocas críticas de los habitantes del puerto de Halifax, se enfrentó a una serie de protestas contra un proyecto climático que propuso en Cornualles (Inglaterra). En abril del año pasado, más de cien personas marcharon por una playa portando pancartas que decían "Mantengamos nuestro mar libre de productos químicos".

Sue Sayer, que dirige un grupo de investigación que estudia las focas, dijo que en las conversaciones con Planetary se dio cuenta de que "no tenían ni idea de qué animales o plantas o especies viven en la bahía de St. Ives". El vertido inicial de hidróxido de magnesio en la bahía por parte de la empresa, dijo, encendió a una comunidad "masiva y científicamente apasionada por el mar".

Un grupo de manifestantes camina por la playa Gwithian en Cornwall, Inglaterra, para luchar contra una propuesta de Planetary Technologies en abril de 2024.
Un grupo de manifestantes camina por la playa Gwithian en Cornwall, Inglaterra, para luchar contra una propuesta de Planetary Technologies en abril de 2024.Alban Roinard vía AP

David Santillo, científico de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter, discrepó con la forma en que Planetary propuso hacer un seguimiento del impacto de su trabajo. Según una presentación grabada y vista por AP, las mediciones de referencia de la empresa en Cornualles se realizaron en unos pocos días.

"Si no tienes una línea de base a lo largo de varios años y estaciones", dijo Santillo, "no sabes si serías capaz de detectar alguno de tus efectos". Una auditoría encargada por la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido concluyó que los experimentos de Planetary suponían un riesgo "muy bajo" para la vida marina y un potencial de eliminación significativa de carbono.

Aun así, la empresa puso en pausa su propuesta de bombear otras 200 toneladas métricas de minerales. Siguiendo una recomendación del Gobierno, Planetary dijo que buscaría una fuente de hidróxido de magnesio más cercana al emplazamiento de Cornualles, en lugar de transportarlo desde China. También aseguró a los lugareños que no vendería créditos de carbono por su anterior liberación de productos químicos.

Sara Nawaz, directora de investigación del Instituto para la Eliminación Responsable del Carbono de la American University, dijo que entendía por qué a los científicos a veces les cuesta conectar con las comunidades y ganarse su apoyo. Las primeras investigaciones muestran que el público es reacio a la idea de "manipular" el clima. Muchas personas tienen una fuerte conexión emocional con el océano, añadió. Existe el temor de que una vez que se pone algo en el océano, "no se puede retirar".

Las grandes incógnitas: ¿Funcionará la tecnología?

No solo la población local se pregunta si estas tecnologías funcionarán. También los científicos han reconocido grandes incógnitas. Pero algunos de los principios en los que se basan estas tecnologías llevan décadas estudiándose, y el laboratorio solo puede simular hasta cierto punto.

Durante una reciente sesión de escucha de la EPA sobre el proyecto de Woods Hole, un coro de oceanógrafos y partidarios de la industria afirmaron que ya es hora de realizar pruebas a escala oceánica. "Es urgente avanzar y llevar a cabo este trabajo", afirmó Ken Buesseler, otro científico de Woods Hole que estudia el carbono capturado por las algas.

Aun así, el océano es un paisaje dinámico y difícil en el que trabajar. Los científicos siguen descubriendo nuevos detalles sobre la forma en que absorbe y recicla el carbono, y cualquier material que añadan al agua de mar puede hundirse, diluirse o ser arrastrado a otros lugares, lo que dificulta el seguimiento de la respuesta del océano.

Tinte rosa liberado en Tufts Cove, a lo largo del puerto de Halifax en Nueva Escocia, Canadá, como parte de un proyecto de la empresa Planetary Technologies.
Tinte rosa liberado en Tufts Cove, a lo largo del puerto de Halifax en Nueva Escocia, Canadá, como parte de un proyecto de la empresa Planetary Technologies.Ocean Alk-Align project vía AP

"Es muy difícil conseguir que el océano haga lo que uno quiere", afirma Sarah Cooley, científica especializada en el ciclo del carbono que ha trabajado para la organización sin ánimo de lucro Ocean Conservancy y para el Gobierno federal. Katja Fennel, catedrática del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Dalhousie, trabaja en la modelización de la cantidad de carbono que Planetary ha capturado en el puerto de Halifax, una cifra que entraña cierta incertidumbre.

Codirige un grupo de académicos que supervisan el proyecto de la empresa utilizando muestras de agua, sensores y testigos de sedimentos tomados en distintos puntos de la bahía. Algunos días, su equipo añade un tinte rojo a las tuberías para observar cómo se disuelven los minerales y fluyen hacia el mar.

Los modelos son necesarios para simular lo que ocurriría si Planetary no hiciera nada, explica Fennel. También son necesarios porque el océano es tan grande y profundo que es imposible recoger suficientes datos para tener una imagen completa de él. "No podemos medir en todas partes todo el tiempo", dijo.

¿Cuánto tiempo permanece encerrado el carbono?

También persisten las dudas sobre cuánto durará la captura de carbono. Es un punto especialmente importante para las empresas que trabajan con algas, virutas de madera u otros materiales orgánicos porque, dependiendo de dónde se descompongan, podrían volver a liberar dióxido de carbono a la atmósfera.

Cuanto más profundo se hundan las plantas y las algas, más tiempo permanecerá encerrado el carbono. Pero no es fácil conseguirlo. Running Tide, una empresa ya desaparecida que hundió casi 20.000 toneladas de virutas de madera en aguas islandesas, afirmó que el carbono podría secuestrarse durante tres milenios o tan solo 50 años.

Aunque estas soluciones funcionen a largo plazo, la mayoría de las empresas operan a una escala demasiado pequeña para influir en el clima. Ampliarlas para alcanzar los objetivos climáticos actuales requerirá ingentes cantidades de recursos, energía y dinero. "La pregunta es: ¿qué ocurre cuando se amplía a miles de millones de toneladas al año?", afirma David Ho, profesor de oceanografía de la Universidad de Hawai en Manoa y cofundador y director científico de la organización sin ánimo de lucro (C)Worthy, que trabaja en la verificación del impacto de la eliminación de carbono en el océano. "Y eso aún está por determinar".

Burt, de Planetary, imagina un futuro en el que los minerales se bombeen a través de centrales eléctricas e instalaciones de tratamiento de aguas en todas las costas importantes del mundo. Pero eso requeriría un volumen grande y constante de óxido de magnesio o minerales similares, junto con la energía para extraerlos y transportarlos.

El crecimiento de algas y algas marinas tendría que aumentar exponencialmente. La Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina ha calculado que casi dos tercios de la costa mundial tendrían que estar rodeados de algas para empezar a hacer mella en el calentamiento global. La empresa Seafields, que está realizando pruebas en el Caribe, dice que prevé construir una granja de Sargassum entre Brasil y África Occidental de más de 300 kilómetros de ancho.

Existe el riesgo de que estas expansiones agraven un daño medioambiental que no es detectable en pequeñas pruebas y que, debido a la circulación global del agua, podría sentirse en todo el mundo. Pero la alternativa a no intentarlo nunca, según Ho, es un cambio climático sin freno.

Al planeta se le acaba el tiempo

A finales del año pasado, Planetary anunció que su proyecto de Nueva Escocia había conseguido capturar 138 toneladas de carbono, lo que le permitió entregar exactamente 138 créditos de carbono a dos de los primeros inversores de la empresa, Shopify y Stripe. Monetizar el trabajo resulta incómodo para muchos de los que estudian el océano.

"Por un lado, fomenta la investigación y la ciencia, lo cual es bueno. Por otro, está abriendo las puertas al abuso del sistema", dijo Paytan, la profesora de Santa Cruz, que ha sido ada por varias startups pidiendo colaborar. Se refiere a empresas acusadas de sobrestimar drásticamente el carbono que capturan, aunque alardeen de restaurar selvas tropicales en Perú y sustituir estufas que producen humo en África.

Pero a falta de más investigación financiada por el Gobierno, varias empresas dijeron a la agencia AP que hay pocas posibilidades de que este campo avance sin vender créditos. "Desgraciadamente, tal y como están las cosas ahora, ponemos en manos de estas nuevas empresas el desarrollo de las técnicas", afirma Ho.

De vuelta a su oficina en el puerto de Halifax, Burt dijo que comprendía la inquietud que suscita la venta de créditos y añadió que Planetary se toma muy en serio la necesidad de operar de forma abierta, responsable y cautelosa. Pero también afirma que se necesitan empresas emergentes que puedan avanzar a un ritmo más rápido que el mundo académico. "No podemos estudiar esta solución al mismo ritmo que hemos estado estudiando los problemas", dijo, a un tiempo que afirmó que no hay tiempo suficiente.

El año pasado fue el más caluroso de la historia de la Tierra, y se prevé que las emisiones mundiales de carbono alcancen otro máximo histórico. "Tenemos que reducir las emisiones urgentemente, de forma drástica", dijo Fennel, el investigador que estudia el proyecto de Planetary. "Cualquier eliminación de CO2 de la atmósfera es mucho más difícil y costosa que evitar las emisiones de CO2 de entrada".

La industria sigue adelante. Planetary declaró en febrero que había secuestrado un total de 1.000 toneladas de carbono en el océano, y Carboniferous completó su primera prueba de hundimiento de caña de azúcar en el fondo marino. A principios de este año, Gigablue firmó un acuerdo por 200.000 créditos de carbono por dispersar partículas llenas de nutrientes en el océano.

Unas estructuras circulares llamadas 'booms', que contienen partículas diseñadas por la empresa Gigablue, cerca de un barco de investigación frente a Dunedin, Nueva Zelanda.
Unas estructuras circulares llamadas 'booms', que contienen partículas diseñadas por la empresa Gigablue, cerca de un barco de investigación frente a Dunedin, Nueva Zelanda.Gigablue vía AP

Cada vez son más las empresas que utilizan la electricidad para alterar las moléculas del agua de mar, con el mismo objetivo de inducir al océano a absorber más dióxido de carbono. La empresa emergente Ebb Carbon llegó recientemente a un acuerdo con Microsoft para proporcionar hasta 350.000 créditos de carbono, y Captura, financiada en parte por inversores vinculados a la producción de petróleo y gas, amplió sus operaciones de California a Hawai.

No está claro si el Gobierno estadounidense paralizará o apoyará el trabajo sobre el clima oceánico en el futuro. El panorama político sigue cambiando a medida que la istración Trump busca revertir una amplia gama de regulaciones ambientales y reconsiderar el hallazgo científico de que los gases de efecto invernadero ponen en peligro la salud pública.

Aunque Musk, asesor de la Casa Blanca, ha restado importancia a algunas de sus declaraciones pasadas sobre el calentamiento global, hace cuatro años su fundación se comprometió a aportar 100 millones de dólares (92,2 millones de euros) para financiar un concurso sobre la mejor solución para la captura de carbono. Planetary opta al primer premio. El ganador se anunciará el 23 de abril, un día después del Día de la Tierra.

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