El grupo de expertos independientes del Consejo de Europa sobre la aplicación del Convenio de Estambul reconoce que el país ha hecho "progresos significativos" en la aplicación de medidas concretas para combatir la violencia contra las mujeres, pero advierte, sobre todo, a los tribunales.
Un informe publicado este lunes por el Grupo de Expertos Independientes sobre la Aplicación del Convenio de Estambul (GREVIO) del Consejo de Europa reconoce que Portugal ha realizado "progresos significativos" en los últimos años en la aplicación de medidas concretas para combatir la violencia contra las mujeres.
Sin embargo, se han detectado algunos ámbitos en los que "es necesario actuar urgentemente " para cumplir plenamente el convenio internacional que regula la prevención y la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
Los expertos piden a las autoridades portuguesas que adopten más medidas y señalan como "prioritaria" la cuestión de las "sanciones indulgentes y desproporcionadas dictadas por el poder judicial, en particular en materia de violencia doméstica y sexual".
"Para resolver este problema, GREVIO insta a las autoridades a introducir una formación inicial y continua obligatoria para los de la judicatura sobre todas las formas de violencia contra las mujeres contempladas en la convención", reza el documento.
Actitudes patriarcales presentes en el sistema judicial
En cuanto a la judicatura, los expertos sostienen que también es necesario "combatir las actitudes patriarcales aún presentes en algunos del sistema judicial, que favorecen la protección de la unidad familiar en detrimento de los derechos de las víctimas". Añaden que "el llamado síndrome de alienación parental no debería utilizarse en casos familiares con antecedentes de violencia doméstica".
En cuanto a los servicios de apoyo especializados, GREVIO señala que Portugal aún no dispone de una línea telefónica nacional dedicada a las mujeres víctimas de todas las formas de violencia que funcione 24 horas al día, siete días a la semana. También se necesitan más plazas para familias en centros de acogida, ya que los requisitos del Convenio exigen "una plaza para una familia por cada 10.000 habitantes", así como un aumento de la disponibilidad general de servicios de apoyo especializado a medio y largo plazo para las mujeres víctimas.
El grupo de expertos pide a las autoridades nacionales que supriman el requisito de que el a un centro de acogida esté condicionado a una denuncia de violencia y que eliminen el requisito de que una violación deba denunciarse a las autoridades en un plazo de entre seis y doce meses tras el delito "como condición previa para abrir una investigación".
"Por último, GREVIO cree que también es urgente revisar los sistemas de prohibición de emergencia y de órdenes de protección", dado que actualmente las órdenes de prohibición de emergencia tardan 48 horas en obtenerse y sólo pueden ser emitidas por un juez en el contexto de un proceso penal en curso, un sistema que, según los expertos,"no ofrece protección inmediata a las víctimas."
Las preocupaciones de GREVIO se hacen eco de casos recientes
Las advertencias del grupo de expertos que supervisa la aplicación del Convenio de Estambul sobre el poder judicial pueden entenderse a la luz de episodios recientes que han salido a la luz, con denuncias presentadas sobre el comportamiento de los jueces en casos de violencia doméstica.
Es el caso del Tribunal de Familia de Mafra, que ha sido objeto de denuncias. Se trata de un juez que supuestamenteignoró pruebas y ordenó residencias alternativas en situaciones de conflicto y violencia, concretamente en casos de custodia y responsabilidad parental.
El juez en cuestión habría forzado "relaciones entre madres y padres supuestamente maltratadores, imponiendo terapias familiares", según escribía 'CNN' Portugal en enero de este año. Un juez del Tribunal Penal Local de Santarém también fue acusado por tres colegas del Tribunal de Apelación de Évora de hacer comentarios prejuiciosos y culpar a una víctima de violencia doméstica en un juicio en el que absolvió al agresor, reveló el informativa Jornal de Noticias a principios de mayo.
La decisión fue revocada por el Tribunal de Apelación. El acusado fue condenado a una pena suspendida de dos años y cuatro meses y a pagar una indemnización de 1.500 euros a la víctima. Otro caso que también ha generado polémica tiene que ver con una sentencia del Tribunal de Apelación de Oporto de octubre de 2017, en la que el magistrado ponente, Neto de Moura, reprochaba a la víctima de violencia doméstica haber sido infiel.
En la sentencia, el juez citó la Biblia y el Código Penal de 1886 para justificar la violencia contra la mujer. "El adulterio de una mujer es un atentado gravísimo contra el honor y la dignidad de un hombre. Hay sociedades en las que las mujeres adúlteras son lapidadas hasta la muerte. En la Biblia podemos leer que una mujer adúltera debe ser castigada con la muerte", escribió Neto de Moura en su sentencia de entonces.
También en 2023, un juez del Tribunal de Amadora encargado de un caso de violencia doméstica, en el que estaba probado el delito de ofensa a la integridad física, decidió suspender provisionalmente el proceso y obligar al agresor a dar un "paseo tranquilo" con la víctima y llevarla a cenar, a conciertos, a espectáculos y al teatro.
La violencia de género en España, Italia y Alemania
Alrededor de 50 millones de mujeres en toda la Unión Europea siguen siendo víctimas de altos niveles de violencia sexual y física en el hogar, el trabajo y en público. En España, en 2024, 34.684 mujeres fueron víctimas de violencia doméstica o de género, un 5,2% menos que en 2023, pero los agresores condenados aumentaron hasta 39.056, récord desde 2015.
En cuanto a la relación de la víctima con el agresor en 2024, el 39,9% eran parejas o exparejas, el 37,8% novias o exnovias, el 21,4% cónyuges o excónyuges y el 1,0% estaban en proceso de separación.
En Italia, las cifras también son preocupantes: el Observatorio Nacional Non Una Di Meno informa de 27 feminicidios desde principios de año. Además, hay al menos otros 21 intentos de feminicidio recogidos en la prensa nacional y local y al menos un infanticidio, de un niño asesinado por su padre.
Las estadísticas sobre violencia doméstica en Alemania también muestran un aumento del número de casos registrados por la policía en 2024. El número de víctimas de violencia doméstica aumentó un 6,5%, hasta superar las 256.000 personas. La mayoría eran mujeres. Más de 167.000 personas fueron víctimas de violencia en la pareja, lo que supone un aumento del 9,1% respecto a 2022.