La pregunta propone reducir a la mitad, de diez a cinco años, el periodo de residencia necesario para solicitar la ciudadanía italiana.
PUBLICIDADLos italianos comenzarán a votar el domingo en un referéndum sobre si relajar las leyes de ciudadanía, pero hay temores de que la participación sea tan baja que invalide el resultado. El referéndum de dos días, que finaliza el lunes, también preguntará a los votantes si están de acuerdo con revertir una liberalización del mercado laboral de hace una década.
Las cuestiones del mercado laboral pretenden hacer más difícil el despido de algunos empleados y aumentar la compensación para los trabajadores despedidos por las pequeñas empresas, revirtiendo una ley aprobada por un Gobierno del Partido Demócrata (PD) hace aproximadamente una década.
Pero es la cuestión de la ciudadanía la que ha atraído la mayor atención entre los electores italianos. Las preocupaciones sobre la inmigración impulsaron al partido de extrema derecha Hermanos de Italia de la primera ministra Giorgia Meloni al poder en 2022.
Se preguntará a los italianos si apoyan la idea de reducir el período de residencia requerido para solicitar la ciudadanía italiana de 10 años a cinco. Los organizadores del referéndum dicen que, si se aprueba, podría afectar a unos 2,5 millones de extranjeros en Italia.
La tasa de natalidad de Italia está en pronunciado descenso y los economistas dicen que el país necesita más extranjeros para impulsar su estancada economía. Para los extranjeros en Italia, el canal principal hacia la ciudadanía es a través de la naturalización, que puede ocurrir después de 10 años de residencia continua en el país.
El solicitante también debe demostrar que se ha integrado en la sociedad, poseer un ingreso mínimo, no tener antecedentes penales y hablar adecuadamente el italiano. El requisito de residencia es considerablemente más corto para los ciudadanos de otros Estados de la UE, que tienen que esperar sólo cuatro años para solicitarlo.
Las grandes diferencias de opinión
Riccardo Magi, secretario del partido liberal Più Europa, apoya la reducción del tiempo necesario para solicitar la ciudadanía. Califica las reglas actuales de "viejas e injustas" y dice que han estado en vigor durante tanto tiempo sólo porque los sucesivos gobiernos han carecido de voluntad política para cambiarlas.
Magi cree que la propuesta del referéndum es razonable porque sólo reduce el requisito del tiempo de residencia mientras que deja los demás requisitos sin cambios. Afirma que la ley actual "obliga a cientos de miles de niñas y niños nacidos o criados en Italia a vivir como extranjeros en lo que también es su país".
Magi también cree que la modificación tendría efectos positivos indirectos sobre muchos de estos menores nacidos o residentes en Italia, a quienes la ciudadanía les sería transmitida por al menos uno de sus nuevos padres italianos. "Quienes están arraigados, trabajan, pagan impuestos, estudian... deben poder votar y participar en las elecciones públicas. Esta es la idea liberal de ciudadanía", afirmó.
Pero el partido Noi Moderati ha dicho que su posición sobre el referéndum es un 'no' rotundo, según afirma a 'Euronews' la vicepresidenta del partido centrista, Maria Chiara Fazio. "La ciudadanía es el vínculo más profundo entre el Estado y el individuo", subrayó Fazio. "No puede ser objeto de una simplificación referencista: es un tema que requiere un estudio profundo, escucha mutua y un debate parlamentario serio".
Fazio defendió la estructura de la ley actual, pero reconoció que es necesario endurecer algunos aspectos burocráticos que dejan a muchos candidatos en el limbo. Pero la postura de los Noi Moderati sobre el referéndum no es inusual. Los líderes de dos de los partidos de la coalición, Antonio Tajani de Forza Italia y Matteo Salvini de la Liga, han declarado que no votarán el domingo.
Meloni asistirá a un colegio electoral, pero tampoco emitirá su voto. Esa indiferencia ante el referéndum parece haber calado también en el electorado común. Una encuesta del instituto Demopolis realizada en mayo estimó una participación de entre el 31% y el 39%, muy por debajo del umbral necesario para que el resultado sea vinculante.