El nuevo análisis realizó un seguimiento de casi 114.000 adolescentes de 37 países europeos.
Los adolescentes europeos consumen cada vez más cigarrillos electrónicos y rechazan las drogas y el alcohol, según un nuevo análisis de los hábitos de los estudiantes de todo el continente.
El nuevo informe, conocido como Proyecto Europeo de Encuestas Escolares sobre Alcohol y Otras Drogas (ESPAD), incluyó a casi 114.000 estudiantes de 15 y 16 años de 37 países europeos. Durante 30 años ha seguido la evolución del consumo de drogas, el tabaquismo y el alcohol entre los adolescentes europeos.
Aunque las tasas de tabaquismo han descendido desde la década de 1990, la probabilidad de que las preadolescentes fumen a diario ha aumentado en los últimos años, según el análisis. El consumo de cigarrillos electrónicos también sigue aumentando: el 44% de los estudiantes los ha probado al menos una vez y el 22% afirma consumirlos con regularidad, frente al 14% de cinco años antes.
La mayoría de los adolescentes afirman que los vapeadores son fáciles de conseguir, y esta tendencia "alimenta la preocupación por el doble uso de los cigarrillos tradicionales y electrónicos y refleja un cambio más amplio hacia productos alternativos de nicotina", según el informe.
En particular, el alcohol parece ser cada vez menos popular, ya que tanto el consumo general como el consumo excesivo han descendido en las dos últimas décadas. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes sigue siendo un problema en algunas regiones, con las tasas más altas en Dinamarca (55%), Alemania (49%) y Austria (48%).
Según el informe, los adolescentes también beben a edades más tempranas. Aproximadamente tres de cada cuatro estudiantes han probado el alcohol, y uno de cada tres bebió por primera vez a los 13 años o antes.
Consumo de drogas ilegales
En 2024, el 12% de los estudiantes había probado el cannabis, lo que la convierte en la droga ilegal más consumida en Europa, a pesar de que se trata del nivel más bajo registrado desde 1995. En general, los adolescentes varones son más propensos a consumir cannabis que las chicas, pero esa diferencia se está reduciendo.
La cocaína y el éxtasis (también conocido como MDMA) son las siguientes drogas ilegales más populares, con alrededor del 2% de los estudiantes que las han probado alguna vez, seguidas del LSD u otros alucinógenos y las anfetaminas.
En general, el 13% de los adolescentes ha probado drogas ilegales al menos una vez, y esa prevalencia ha disminuido lentamente desde 2015 aproximadamente. Sin embargo, hay grandes diferencias entre países, con tasas que van desde el 3,9% en Georgia y Moldavia hasta el 25% en Liechtenstein.
En particular, los estudiantes europeos están tomando cada vez más medicamentos recetados por razones no médicas; el 8,5% ha probado tranquilizantes y sedantes, mientras que el 6,9% ha tomado analgésicos para drogarse, muestra el análisis.
Juegos, redes sociales y apuestas
Cuatro de cada cinco adolescentes juegan a videojuegos al menos una vez al mes, pero el juego ya no está dominado por los chicos, según el informe. Aunque los chicos siguen siendo más propensos a ser jugadores, la prevalencia del juego entre las chicas se ha más que triplicado desde 2015, pasando del 22% al 71% el año pasado.
Por otro lado, las chicas también son más propensas a utilizar las redes sociales de una manera que consideran problemática, pero los chicos han experimentado un mayor aumento en el uso nocivo de las redes sociales en la última década. En general, casi la mitad de los estudiantes declararon un uso problemático de las redes sociales en 2024.
Casi uno de cada cuatro adolescentes ha apostado por dinero en el último año, ya sea jugando a máquinas tragaperras, loterías, juegos de cartas o dados, o haciendo apuestas en carreras deportivas o de animales. La mayoría de estas apuestas se realizan en persona, aunque el 65% de los adolescentes lo hacen por internet.
Los chicos son más propensos a jugar que las chicas, aunque también hay grandes diferencias entre países. Las tasas de ludopatía oscilan entre el 9,5% de Georgia y el 45% de Italia. "Aunque en los últimos años muchos países europeos han adoptado normativas más estrictas sobre el juego, con una mayor atención a la protección de los menores, el juego entre los adolescentes europeos se ha mantenido estable", señala el informe.