La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, recorrió el miércoles una prisión de alta seguridad en El Salvador, donde se encuentran venezolanos acusados por la istración Trump de tener vínculos con bandas, desde su expulsión de Estados Unidos.
Inspeccionó bloques de celdas abarrotados, el arsenal y las unidades de aislamiento en una instalación conocida por sus duras condiciones. El centro cuenta con ocho pabellones extensos y puede albergar hasta 40.000 internos. Cada celda puede acomodar de 65 a 70 prisioneros. La istración Trump defiende su decisión de deportar a los hombres, mientras que los activistas de derechos humanos critican la medida.