Decenas de palestinos se reunieron el miércoles en cocinas benéficas en Deir al Balah y Nuseirat, buscando lo que puede ser su única comida del día, ya que los suministros de alimentos se están agotando bajo un bloqueo de ayuda por parte de Israel que se acerca a los dos meses.
"No queda nada", dijo una mujer desplazada. "Si estas cocinas cierran, no tenemos a dónde acudir". El bloqueo, vigente desde principios de marzo, ha detenido todas las importaciones, incluidos alimentos y medicinas.
Israel dice que la medida tiene como objetivo presionar a Hamás para que libere a los rehenes. Mientras tanto, las agencias de ayuda advierten sobre una creciente crisis de hambre, con miles de niños ahora desnutridos.